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La reforma de los ambulatorios finalizará 17 años después de aprobarse y sin cumplir los objetivos

Médicos y enfermeras critican la masificación y deshumanización de la atención primaria

Una de las grandes asignaturas pendientes de la sanidad catalana, la inacabable reforma de la atención primaria, debe completarse a finales de año o principios de 2003. Habrán transcurrido 17 años desde que se aprobó el proyecto de transformación de los antiguos ambulatorios con el fin de ofrecer una atención de mayor calidad que integrara la prevención, la educación sanitaria e incluso la integración social. La materialización de aquel proyecto no satisface a los sindicatos, que lamentan la lentitud de su implantación y el incumplimiento de objetivos por falta de recursos.

Sanidad se propuso hace 17 años impulsar un nuevo modelo de atención primaria con el objetivo de mejorar la calidad del servicio en este primer peldaño de la asistencia sanitaria. De acuerdo con el proyecto, los ambulatorios, convertidos en Áreas Básicas de Salud (ABS), deben dar prioridad a la actividad preventiva y ofrecer un servicio integral de salud con un equipo terapéutico multidisciplinar (desde médicos y enfermeras hasta trabajadores sociales) en estrecha coordinación con el resto de niveles asistenciales (hospitalario, sociosanitario, salud mental, etcétera).

Entre otras cuestiones, la reforma persigue reducir las listas de espera y un mayor contacto entre los pacientes y los médicos, quienes, según preveía el proyecto, debían disponer de más tiempo para efectuar las consultas. Las ÁBS disponen del historial clínico de cada usuario, lo cual facilita una mayor eficiencia en el diagnóstico y en el seguimiento de las enfermedades crónicas.

Consultas masificadas

En un momento en que, tras sucesivas demoras, la reforma está tocando a su fin, los sindicatos de médicos y enfermeras, así como CC OO, lamentan que 'no se ha materializado' el espíritu con el que se proyectó, hace 17 años, la mejora de la atención primaria.

'Las consultas están masificadas y el servicio se ha deshumanizado, cuando la reforma pretendía todo lo contrario', lamenta Patricio Martínez, secretario general del Sindicato de Médicos de Cataluña, mayoritario en la atención primaria conjuntamente con la formación sindical de enfermería SATSE.

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Ambos sindicatos coinciden con CC OO en que la Generalitat 'no ha destinado los recursos materiales y humanos necesarios' en la implantación de la reforma. 'Todo lo que se ha conseguido ha sido gracias al sobreesfuerzo de los profesionales'. Los sindicatos añaden que los médicos de familia y enfermeras de la atención primaria en Cataluña son los peores pagados de todo el país.

El Sindicato de Médicos explica que los facultativos se ven obligados a efectuar un número de visitas 'muy superior a lo que sería razonable (hasta 60 pacientes por día) y no pueden destinar al enfermo los 10 minutos por consulta que serían óptimos'. Los médicos también echan en falta una 'mayor autonomía en la gestión de su agenda' y una menor 'burocratización' de su trabajo.

Las enfermeras, por su parte, también se sienten defraudadas porque 'no se han cumplido las expectativas que había generado' el proyecto de reforma de la atención primaria. 'El problema es que se quiere acabar una reforma sin destinar los recursos necesarios', asegura el sindicato SATSE. El resultado, añade la formación, es que las consultas siguen saturadas y en muchos centros las instalaciones son 'deplorables'.

Lluïsa Montes, secretaria general de la federación de Sanidad de CC OO, considera que la Generalitat ha querido escatimar recursos reutilizando como Áreas Básicas de Salud muchos de los antiguos ambulatorios sin haberlos adecuado a las nuevas necesidades. 'En los centros de nueva construcción no hay problemas, pero en los antiguos suele faltar espacio y no se puede garantizar la intimidad a los pacientes. Son deficiencias que, a juicio de los sindicatos, no sufren las denominadas Entidades de Base Asociativa (EBA), ambulatorios que, pese a ser de titularidad pública, han pasado a ser gestionados por los profesionales que trabajan en ellos. SATSE denuncia que el Gobierno catalán invierte más en estos centros, 'cuando su obligación es garantizar la equidad entre todos los usuarios'.

La gestión privada de centros de primaria es vista también con recelo por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, que critican el 'intento de la Generalitat de desprestigiar la sanidad pública en beneficio de la privada'.

Un retraso que ha supuesto un agravio para Barcelona

Por enésima vez, el síndic de greuges, Anton Cañellas, advierte en su último informe entregado recientemente en el Parlament de que mientras la reforma de la atención primaria siga inacabada los usuarios no podrán acceder en igualdad de condiciones a la primera puerta de la asistencia sanitaria. El mismo reproche han formulado incansablemente los partidos de la oposición en la Cámara catalana.

La reforma debía quedar completada en 1996, pero se ha ido demorando sistemáticamente con perjuicio de los ciudadanos, muy especialmente de los de Barcelona, la zona donde más retraso lleva la implantación del nuevo modelo de atención primaria.

La Generalitat asegura que entre finales de este año y principios de 2003 el proceso habrá culminado. De hecho, Sanidad decidió el año pasado invertir unos 20 millones de euros (3.331 millones de pesetas) para dar el impulso necesario a la implantación del proyecto con el objetivo de completarlo definitivamente.

Según fuentes del Departamento de Sanidad, actualmente, el 88% de los catalanes son atendidos en centros de atención primaria reformados, pero existen evidentes desigualdades territoriales: en la región sanitaria de Tortosa la totalidad de usuarios ya goza del nuevo modelo y en Girona, un 98,9%. En cambio, en Barcelona la reforma no cubre todavía a casi un 20% de la población. En las regiones sanitarias del Barcelonès norte y del Maresme, el proceso está algo más avanzado, ya que cubre al 86% de la población.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ha expresado su malestar en reiteradas ocasiones por el agravio que este retraso supone para los usuarios de la ciudad que han seguido atendidos durante todos estos años en centros de atención primaria no reformados.

Aunque los sindicatos también han lamentado la extrema lentitud con la que se habrá implantado la reforma de los antiguos ambulatorios, para ellos la principal crítica que dirigen al Departamento de Sanidad es la escasez de recursos humanos y materiales que se ha destinado a esta transformación.

'Quizá se ha demorado demasiado, pero lo mismo ha ocurrido en otras comunidades, ya que se trata de un proceso que necesita su tiempo y que no puede implantarse de un día para otro', argumenta el Sindicato de Médicos de Cataluña. 'Lo importante', añade la formación sindical, 'es que se cumpla el espíritu con el que se ideó la reforma, pero de momento no podemos decir que sea así', agrega la formación sindical.

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