Una muestra recoge en Bilbao los rostros de Ramón Pérez y la pintura poética de Esther López
La galería Catálogo General (Santa María, 11), de Bilbao, ha inaugurado sendas exposiciones individuales de Ramón Pérez (Bilbao, 1964) y Esther López Cárcamo (Bilbao, 1971), artistas que también están representados en una colectiva de 30 creadores que se exhibe en la misma sala. Pérez ahonda en la representación del rostro humano, mientras que López Cárcamo presenta una obra simple y poética.
Catálogo General está dividida en tres espacios. En el primero muestra la obra en pequeño formato de 30 artistas, una parte de ese catálogo del arte vasco que la galería pretende elaborar y cuyo empeño proclama con su nombre.
La obra pictórica de Ramón Pérez (Bilbao, 1964) se expondrá en el segundo espacio de la galería. En ella se colgarán 16 retratos todos del mismo tamaño, pintados en vertical, con las caras de vecinos del Casco Viejo, amigos del artista, alumnos y familiares. Enfrente, un autorretrato en una pared móvil mirará las 16 caras. Pintor y modelos se observarán así desde la atalaya de sus respectivos lienzos.
'Cada retrato está hecho según lo que el pintor cree que el retratado demanda. Algunos son más expresionistas, otros más realistas, más simbólicos, más impresionistas. Unos se han pintado en un minuto y otros han necesitado mucho trabajo. La unidad de la exposición de Ramón Pérez es el tema y la propuesta escénica', indica el artista Pedro Goiriena, uno de los propietarios de la sala.
Vocación de simplicidad
López Cárcamo, mientras, colgará sus trabajos en el tercer y último espacio de la galería. Sus obras están realizadas en distintos formatos. La muestra la componen dos piezas de gran formato, dos de mediano y más de una docena de pequeñas obras. El quehacer de esta pintora indica una 'vocación de simplicidad', según la define Goiriena. Los cuadros, pintados al óleo, beben de colores limpios y fuertes.
López Cárcamo trabaja sobre el lienzo o sobre una tela que aplica al mismo. Encima, plasma grafismos sencillos, sin artificio, que trasladan a un mundo espiritual y liberador. Goiriena habla de 'propuesta zen' al referirse a lo que la autora bilbaína ofrece en la galería.
'Esa simplicidad de los grafismos hace que recuerden a los garabatos de los niños de dos años', especifica. La propia López Cárcamo entiende el arte como poesía y el color como elemento principal. El profesor de la Facultad de Bellas Artes Fito Ramírez Escudero ha dicho de la autora que se acerca a 'una concepción del hecho artístico esencialmente humano y natural' que relaciona con el concepto musical de los cantautores. 'Utilizando los mínimos instrumentos, va desarrollando discursos generacionales, intimistas, personales y poéticos que pueden tener un valor testimonial más auténtico que el de otros artistas profesionalizados antes de tiempo'.
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