La UE no logra alcanzar un acuerdo con los países asiáticos para regular la inmigración

La reunión de la UE y los 10 países asiáticos encuadrados en la ASEM (Encuentro Asia-Europa) celebrada los dos últimos días en Lanzarote ha quedado reducida a un comunicado repleto de buenos propósitos y sin ningún acuerdo inmediato. El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, disculpó la ausencia de resoluciones concretas alegando que 'la idea de la reunión era comenzar a tener contactos'. El viceministro de Relaciones Exteriores de China, Guangya Wang, declaró: 'Tenemos sistemas jurídicos diferentes y vamos a tardar tiempo en alcanzar un acuerdo'.

La solución de la cumbre no debió ser una sorpresa para nadie, puesto que el comunicado final fue redactado antes de que comenzara. Así lo afirmaron los miembros de varias delegaciones a los periodistas. Lo más relevante de esos tres folios, divididos en 11 puntos, es el vago interés en crear una red de funcionarios para estudiar la falsificación de documentos.

'Los ministros', dice el comunicado, 'señalaron con preocupación el recurso cada vez mayor de las redes de inmigración ilegal al empleo de medios sofisticados de falsificación de documentos, y convinieron en avanzar en la cooperación y en el intercambio de información en tales asuntos, a nivel de grupo de expertos, para la detección del fraude de documentos. Los socios ASEM convinieron en estudiar la posibilidad de establecer una red de funcionarios de inmigración y consulares de enlace a fin de incrementar la cooperación'.

Lo más concreto que dijo Rajoy sobre el resultado del encuentro fue: 'Estamos creando un acervo jurídico sobre el que elaborar convenios en el futuro'. La aspiración europea de rubricar acuerdos de repatriación con China y con Vietnam parece ir para largo, a pesar de que el representante de Pekín dijo que su país readmite a cualquier inmigrante irregular, 'siempre que se comprueben su identidad y su procedencia'. A continuación dio la de arena al recordar que 'estamos en un momento de globalización, por lo que tanto la inmigración regular como la irregular deben ser abordadas de una manera global'. El comunicado se refiere a la repatriación en términos inconcretos: 'Los ministros resaltaron la importancia de la cooperación sobre el retorno y la readmisión de inmigrantes ilegales, con pleno respeto a la soberanía de los socios ASEM y de sus respectivos compromisos internacionales'.

Horas antes de la clausura de la conferencia, el comisario europeo de Justicia e Interior, Antonio Vitorino, había declarado que el número de inmigrantes asiáticos en la UE crece día a día y que es necesaria la cooperación con los países de origen para luchar contra los irregulares. Vitorino cree imprescindibles el intercambio de información y de proyecciones sobre flujos migratorios entre los Estados, la creación de nuevas prácticas de gestión y el reforzamiento de los instrumentos jurídicos.

Desde Madrid, el PSOE hizo público un comunicado en el que considera 'escasos y poco relevantes para España' los resultados del encuentro. La secretaria de políticas sociales y migratorias, Consuelo Rumí, afirmó: 'El Gobierno había puesto tan bajo el listón de objetivos de esta reunión que no ha conseguido nada más allá de una supuesta declaración conjunta sin compromisos'. Los socialistas se declaran partidarios de una política migratoria europea y de que existan reuniones como la de Lanzarote, pero critican que 'la falta de peso político del Gobierno lleve a no poder incluir en la agenda de la UE aquello que verdaderamente interesa a nuestro país, como son los contactos y acuerdos con los países del Mediterráneo'.