IU pone en marcha una campaña informativa para exigir la financiación pública del Metro de Sevilla

El grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla se ha sumado a las voces que, desde distintos ámbitos de la ciudad, exigen al Gobierno central, autonómico y local que el futuro metro se financie con fondos públicos y sea gestionado por la empresa pública de transportes urbanos de Sevilla (Tussam). La portavoz adjunta de IU, Paula Garvín, anunció que su grupo pegará a partir de hoy 10.000 carteles y distribuirá 20.000 octavillas bajo el lema Metro público ya para informar a la opinión pública sobre los planes 'ilegales' de las administraciones públicas en la capital andaluza.

La campaña de IU se prolongará hasta el junio, que es la fecha inicialmente dada por Junta y Ayuntamiento para abrir el concurso público para la construcción de la primera línea del Metro de Sevilla. La coalición de izquierdas, que quiere evitar la puesta en marcha de este proceso, considera que ya ha agotado las vías de acción política establecidas para hacerse oír, tanto en las 'escasas' comisiones informativas en las que, según Garvín, se les ha permitido participar, como en el periodo de alegaciones al proyecto básico del Metro.

Una de las principales armas que esgrime IU es la Ley 37/75 del 31 de octubre de 1975, que estipula que el Metro de Sevilla será financiado con dinero público y se concretan qué gastos deben ser asumidos por el Ayuntamiento y cuáles por el Estado.

Según esta ley, el gobierno municipal debe hacerse cargo de la superestructura -vías, vagones, señalización, cocheras- y el Gobierno central, de las infraestructuras -obras de explanación, túneles, estaciones y accesos, aparcamientos, instalaciones de ventilación e iluminación-, que suponen el 70% del coste total del proyecto, cifrado en 272 millones de euros para la línea uno.

Como cuando se aprobó esta ley no existían las comunidades autónomas, la Junta, según Garvín, debería también asumir su parte en la financiación del Metro. IU exige que las tres administraciones lleguen a un acuerdo político para hacerse cargo de los gastos de construcción y explotación. Además, la coalición insta al Ayuntamiento y la Junta a que asuman la gestión directa de la explotación y a que cuenten con el consorcio de transportes del área metropolitana y la empresa pública de transportes urbanos, Tussam, que asumiría la gestión de cada una de las líneas una vez que finalizara su costrucción.

Para IU resulta 'sorprendente' que el Ayuntamiento 'haya renunciado' a la aportación económica del Estado que establece la ley. 'Parece mentira que tenga que venir IU a defender una ley franquista', afirmó Garvín, para quien 'la renuncia' del gobierno municipal está motivada por su 'incapacidad' para negociar con Madrid y por el 'afán electoralista' del presidente de la Sociedad Metro de Sevilla, Alejandro Rojas-Marcos, en alusión a la posibilidad de que la construcción sea más rápida si se deja en manos privadas que si depende de las arcas públicas. 'Rojas Marcos no quiere irse de concejal sin romper la botella de champán contra el primer metro', ironizó la portavoz adjunta de IU.

'Lo único que exigimos a la administración pública es que Sevilla sea simplemente una ciudad normal, como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao', subrayó Garvín, para quien si la Junta y el Ayuntamiento optan finalmente por adjudicar la construcción y explotación a una empresa privada los sevillanos 'van a pagar dos veces' el metro con sus impuestos. 'Primero habrá que pagar la obra y después subvencionar el billete para que la empresa que lo explote pueda ganar dinero', advirtió la portavoz adjunta de IU. 'Vamos a tener el segundo estadio olímpico de Sevilla, pero a la enésima. Nos vamos a pasar toda la vida pagando'.

Garvín anunció también que su partido se sumará a las iniciativas de la plataforma civil por un metro público, que engloba a sindicatos, asociaciones vecinales y de consumidores. Esta plataforma ya inició su campaña hace dos meses bajo el lema Metro sí, pero público.