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Sólo el 21% de adictos al 'éxtasis' termina el plan de rehabilitación

Apenas el 36% de los consumidores de cocaína acaba el tratamiento de desintoxicación

Las adicciones a las drogas de moda son muy difíciles de erradicar. La metadona y otros elementos médicos sirven para combatir la heroína, pero la adicción a la cocaína y al éxtasis ha de superarse sin placebo alguno, porque no lo hay. El consumo de estas drogas ha sido siempre despreocupado en la Comunidad, y los efectos de esto hoy se pagan visiblemente. En el centro Proyecto Hombre de Valencia, pionero en los programas de rehabilitación de drogas sintéticas, sólo el 21% de los adictos llega al final del programa. Y este procentaje se considera un éxito.

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'Nunca más voy a consumir'

La cocaína es la sustancia que más se combina con cualquier otra droga porque sus efectos estimulantes equilibran el ciego más alucinógeno y volátil. Por ejemplo, intensifica el flash de la heroína, y controla los efectos de gran borrachera que produce el éxtasis. En consecuencia, muchos adictos al caballo y a las pastillas, lo son también a la cocaína. Pero si la adicción a la heroína, mezclada con cocaína-base (coca depurada que se inhala o fuma) es rápida, voraz y evidente, la duda aparece cuando hablamos de aquellos que consumen primordialmente éxtasis. ¿Puede crear adicción una droga que, por sus efectos lisérgicos, es practicamente imposible que el consumidor tome a diario, en su vida normal?

'Desde luego', apunta Roque López, director del Centre Valencià de Solidaritat-Proyecto Hombre, 'pero hemos de matizar qué es adicción: no es necesario tomar droga cada día para ser un adicto; es necesario que tu vida gire en torno al momento en que vas a ingerir esa droga'. Según esto, los jóvenes que toman éxtasis los fines de semana, incluso sólo aquellos fines de semana que salen de discoteca, estarían en situación de adicción si entienden el resto de los días como una preparación para el fin de semana de consumo. Pensar en cuántas pastillas se van a comprar, ahorrar para la compra, entrar en contacto con el traficante a lo largo de la semana, practicar un consumo desaforado aunque sea eventual... todos estos son signos de una potencial adicción. Los mismos parámetros pueden aplicarse a los que consumen sólo cocaína, sustancia que, pese a que muchos adictos la toman diariamente, es la reina de las adicciones de fin de semana.

Planes pioneros

Proyecto Hombre es un centro pionero en Valencia en preparar vidas alternativas reales para los adictos a la droga, y el único espacio valenciano con un programa estructurado para adolescentes enganchados al éxtasis. 'Tenemos más adictos de sexo masculino que femenino en todos los programas', indica Roque López, 'pero en el programa del éxtasis hay el mayor número de mujeres: 13 frente a 63 hombres'. El comportamiento adictivo en la mujer la suele llevar en muchas ocasiones a establecer relaciones sentimentales con proveedores de droga, con lo cual, la sustancia forma parte absoluta de su vida.

Los programas de Proyecto Hombre funcionan, y los que los superan, rara vez vuelven a caer. Pero el alto porcentaje de abandonos por recaída o hastío denota la dificultad que entraña superar las diferentes adicciones. Por ejemplo: de los 641 cocainómanos que han ingresado en el centro desde 1995 sólo 153 han finalizado el programa con éxito. Del resto, 409 abandonaron y los demás pasaron a otros programas. En cuanto a los consumidores de éxtasis, jóvenes entre 14 y 20 años englobados en un programa diferente, sólo el 21% de los 411 ingresos que se han producido desde 1995 han cumplido la terapia. El resto, han abandonado o han pasado a otros programas.

Debido al considerable aumento de consumidores de cocaína y éxtasis en los últimos años, Proyecto Hombre, un centro privado concertado con la Generalitat, con capacidad para 330 usuarios, amplió su oferta terapéutica en 1995. Actualmente se desarrollan tres programas en Valencia. El primero está destinado al toxicómano clásico, al consumidor de heroína y cocaína. El 60% de estos toxicómanos llega al centro procedente de la prisión, y la mayoría han roto con sus familias, muchas de ellas desestructuradas. Actualmente hay 70 usuarios cumpliendo el programa. El segundo, llamado Vesprada, está dirigido a los consumidores de cocaína y alcohol, el más numeroso. Este programa se desarrolla desde hace seis años. Hay 120 usuarios. El último es un programa para jóvenes de entre 14 y 20 años, consumidores habituales de éxtasis, hachís y cocaína, y se llama Encontre. Consumidores puros de éxtasis hay pocos. La sustancia más consumida en este grupo es el hachís. Cuentan con mucho más respaldo familiar. Esta alternativa existe también desde hace seis años. Casi 70 jóvenes cumplen actualmente el programa.

A tenor de su experiencia, Roque López rechaza la transigencia frente a ciertas drogas: 'El éxtasis es malo. Debería estar muy claro que es mejor no fumar porros o no beber que hacerlo'. Y piensa que los medios no deberían 'desviar la atención', porque, según esto, 'hablar de legalizar o ilegalizar la droga es inorportuno'.

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