El liderazgo de Ibarretxe, apoyado por Arzalluz, debilita a Egibar como portavoz del PNV

La intervención el pasado día 21 del portavoz del PNV, Joseba Egibar, en el Parlamento vasco ofreciendo a Batasuna un diálogo 'discreto', pocas horas antes del asesinato del concejal socialista de Orio (Guipúzcoa) Juan Priede, y las declaraciones del propio presidente del partido, Xabier Arzalluz, pidiendo a ETA que cambie 'su modo de hacer política' han desentonado abiertamente con el discurso que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el portavoz de su Gobierno, Josu Jon Imaz, mantienen respecto a la banda terrorista y su entorno. Egibar ha sufrido ya varias desautorizaciones a sus palabras por la vía de los hechos por parte de Ibarretxe, que está logrando imponer su liderazgo con el apoyo del propio Arzalluz.

No han sido las únicas disonancias protagonizadas en los últimos meses por Egibar, y todas se han saldado por ahora con el triunfo, demostrado por los hechos, del lehendakari. 'La confianza absoluta que el presidente del partido ha depositado en el liderazgo de Ibarretxe' tiene mucho que ver con ello, se afirma en ámbitos internos del PNV. Esas mismas fuentes aseguran que jamás han visto a Arzalluz escuchar a alguien en las reuniones del EBB, la ejecutiva del PNV, con tanto respeto y atención como lo hace con Ibarretxe. Sostienen que Arzalluz da por buenos sistemáticamente los planteamientos del lehendakari.

Ibarretxe y Egibar no polemizan en público, pero sí han tenido algún que otro roce interno, incluso delante de testigos en el grupo parlamentario. Se cuenta una anécdota salida de ese ámbito. Durante una reunión en el Parlamento, en la que Ibarretxe explicaba 'con pizarra y tiza' el maltrecho estado en que habían quedado los Presupuestos, Egibar preguntó en broma: 'Y la independencia para cuándo?'. El lehendakari le replicó con un rapapolvo y con la recomendación de que dejara de dar vueltas al asunto.

Ibarretxe y Egibar dicen cosas distintas, en distintos tonos y con el acento puesto en diferentes matices. Después, el Gobierno autónomo habla con hechos, y en varias ocasiones éstos han desmentido las palabras de Egibar.

Los episodios más recientes han tenido que ver con las negociaciones más importantes del Gobierno de Juan José Ibarretxe: la del Concierto Económico y la de los Presupuestos. Hasta en cuatro ocasiones ha quedado de evidencia la falta de sintonía de Egibar con los planes del lehendakari.

El 22 de noviembre pasado, Egibar hizo en el Parlamento vasco una dura advertencia frente a una posible prórroga unilateral del Concierto impuesta por el Gobierno central. 'Sería un casus belli', dijo. A las pocas semanas, el Consejo de Ministros aprobó el decreto, y aunque el Ejecutivo vasco nunca lo aceptó como solución, las negociaciones continuaron incluso con la prórroga en vigor.

Por las mismas fechas, Egibar introdujo 'la confusión' en la negociación de los Presupuestos forales de Vizcaya y Guipúzcoa. Ligó la suerte de esas negociaciones provinciales a la actitud que el PSE mantuviera en la votación de las cuentas del Gobierno vasco.

Es conocida la dureza que, desoyendo las advertencias de Egibar, mostraron los socialistas durante el debate de los Presupuestos de Ibarretxe. Protagonizaron un plante parlamentario de varias semanas. Y pese a ello, los acuerdos en Vizcaya y Guipúzcoa salieron adelante porque el Ejecutivo, que había guardado silencio, optó por desligar un tema del otro.

Otro episodio que evidencia la distinta percepción que mantienen Egibar e Ibarretxe ocurrió en la recta final de la negociación del Concierto. Cuando Ajuria Enea había retirado ya su exigencia sobre la participación de Euskadi en los órganos de la UE y cuando los contactos con Madrid se habían reiniciado, un destacado miembro del PNV próximo a Egibar atribuyó a 'un momento de debilidad' del lehendakari esa definitiva disposición a la firma. Sin embargo, el 20 de febrero ambos Gobiernos alcanzaron el acuerdo.

Tres días más tarde, en la asamblea nacional del partido, Egibar se mostró en contra de la constitución de una gestora en Zumarraga. Hoy esa gestora está en trámites de constitución.