El alza del crudo reaviva el temor a otra escalada del precio del carburante

La cotización del petróleo se ha disparado desde finales de febrero al nivel más alto en seis meses. En los últimos días llegó a rozar los 26 dólares y la cifra ya ha comenzado a inquietar a los Gobiernos de los países industrializados, que tienen muy fresca la crisis de los carburantes de hace tan sólo dos años. En España, durante el primer trimestre de este año, el coste medio de la gasolina ya subió ocho céntimos (13,3 pesetas). Los expertos prevén un mayor alza del precio del crudo a medio plazo.

La cotización del crudo ha subido más de un 30% desde enero, hasta alcanzar los 25,95 dólares el jueves. Casi la mitad de ese aumento trimestral se registró sólo en marzo. Los analistas prevén que de mantenerse la actual baja oferta, el precio puede superar los 28 dólares a partir del segundo trimestre, cuando se espera un tirón de la demanda. El Centro de Estudios de la Energía Global de Londres prevé que el crudo supere los 30 dólares para finales de año.

Los factores que han disparado el precio del crudo son diversos. El primero es que la oferta se ha reducido bastante en el último mes. El 1 de enero pasado entró en vigor el último recorte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de 1,5 millones de barriles diarios. En total, dos millones dejaron de fluir al mercado si se cuenta la rebaja acordada por otros productores ajenos a la OPEP, como Rusia y Noruega. El efecto de esta medida comenzó a notarse unos 40 días después de que entrase en vigor, es decir, a finales de febrero, cuando se redujo la entrada de buques petroleros a los puertos del Norte.

Junto a la materia prima suben sus derivados. La gasolina pasa de casi 189 dólares por tonelada a 228 y el gasóleo de 161 a 202 dólares. En la gasolina, además, influye el factor de estacionalidad. En verano se consume más gasolina, principalmente en EE UU. El miércoles, el Instituto Americano del Petróleo (API) informó que los inventarios de gasolina en EE UU habían bajado por quinta semana consecutiva. A todo esto hay que añadir la depreciación del euro frente al dólar, que pasó de 0,90 a principios de año a 0,87. La traslación del incremento de los precios internacionales y la caída del euro se produce escalonadamente pero sin pausa en el mercado español.

Las petroleras que operan en España, fundamentalmente Repsol YPF, Cepsa y BP (que controlan el 80% del mercado), han subido el precio de la gasolina sin plomo hasta acumular un incremento medio de ocho céntimos en lo que va de año. El gasóleo se encareció cinco céntimos. 'Más de dos céntimos del incremento que se ha producido se debe a que desde el 1 de enero entró en vigor un impuesto adicional sobre los carburantes', recuerda una fuente del sector petrolero.

Los últimos incrementos de los carburantes decididos por las petroleras se producen sin aviso y el hecho provoca un gran malestar en los consumidores, que siempre han considerado al sector petrolero oscuro y poco transparente. ¿Por qué las petroleras han dejado de informar de las subidas o rebajas concretas de los precios? 'Ya no hay ni habrá incrementos generales, de uno, dos o tres céntimos para todas las gasolineras de nuestra marca', explica una fuente de Repsol YPF. 'La nueva estrategia es aumentar o disminuir los precios por zonas o puntos concretos. Hasta ahora una estación de servicio fijaba sus precios en función de los de sus competidores más cercanos, ahora se amplía esa política de comercialización y se aplica a un área o zona determinada', añade. Algunos de estos incrementos se han producido en esta Semana Santa.

La presión social para que las petroleras vuelvan a informar de las subidas y rebajas puede aumentar si se reaviva la escalada que hubo en 2000 en los próximos meses. Ahora todo apunta a que será así. La OPEP no tiene previsto subir su producción hasta junio a pesar de que se prevé que el consumo aumente en 1,3 millones de barriles diarios en el segundo y tercer trimestre.