La Academia de Bellas Artes se pronuncia contra las obras de la catedral de Ávila

El pleno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se ha pronunciado con rotundidad y de forma unánime contra las obras que acaban de iniciarse en la capilla mayor del presbiterio de la catedral de Ávila y que permanecieron paralizadas por la Junta de Castilla y León durante dos años y medio. El director de la Academia, Ramón González de Amezúa, ha calificado como 'absurdas e inadecuadas' las obras, entre otros motivos porque no figuran entre las necesidades principales del templo que marcó el plan director de la catedral.

La Dirección General de Patrimonio del Gobierno autonómico paralizó las polémicas obras al poco de comenzar, en noviembre de 1999, e incluso llegó a multar al Obispado de Ávila con 3.000 euros. Tras largas negociaciones y dos años y medio sin poderse utilizar para el culto el altar mayor, una comisión mixta de Junta y Obispado llegó a un acuerdo para un proyecto que González de Amezúa no duda en asegurar que resulta 'innecesario' y critica a ambas partes. Patrimonio retiró la sanción.

Las obras en el presbiterio de la capilla mayor de la catedral de Ávila se llevan a cabo ahora con un proyecto distinto al inicial, ya que el que fue paralizado pretendía trasladar las lápidas de antiguos prelados que se encontraban enterrados en el subsuelo. El proyecto actual dejará los enterramientos cubiertos con una estructura de madera que podrá elevarse para observar las lápidas y el pavimento original, aunque también se cuenta con que se suprima el forjado metálico y el hormigonado que se llevó a cabo con anterioridad.

González de Amezúa, que recordó la postura contraria de la Real Academia desde el principio de este proceso y criticó a la Junta por dar el visto bueno a la futura configuración del presbiterio según un proyecto que no respeta la Ley de Patrimonio, manifestó que esta zona de la catedral quedará elevada al mismo nivel que la capilla mayor, donde habrá una cátedra episcopal y sitiales de piedra bajo el retablo mayor y donde predominará el granito.

El Obispado, satisfecho

El Obispado se encuentra, según su portavoz, Pablo Martín, 'plenamente satisfecho' del proyecto que se afronta porque 'cubre las necesidades de la reforma litúrgica de la Iglesia', a la vez que 'guarda el respeto debido al patrimonio, protegido por ley, y en todo momento salvaguardado'. Mientras, el director de la Real Academia se pregunta 'si hasta ahora no se han planteado la adaptación a las necesidades de la nueva liturgia', que data del Concilio Vaticano II.

El profesor de la Universidad Complutense José Luis Gutiérrez Robledo asegura que 'en ningún caso el presbiterio volverá a su estado original', a la vez que critica el secretismo de los trabajos por el cierre de la mayor parte del templo.