Italia evoca los muertos de los 'años de plomo' del terrorismo

Las circunstancias políticas han cambiado, pero el atentado sufrido por Marco Biagi, el 19 de marzo ha traído de nuevo a la memoria de los italianos el terrible recuerdo de los años de plomo. Un periodo largo, que comenzó en 1969 y cuyo final, impreciso, podría situarse en los años ochenta, cuando la policía decapitó a las Brigadas Rojas (BR), el más organizado de los grupos terroristas de aquella época.

El terrorismo se ha tomado un largo respiro entre 1988, cuando las BR asesinaron a Roberto Ruffilli, asesor del democristiano Ciriaco de Mita, y 1999, cuando eliminaron de seis disparos a Massimo d'Antona, asesor de Antonio Bassolino. En los 33 años transcurridos se han producido 15.000 atentados terroristas en Italia, con 420 muertos y 1.200 heridos.

La inmensa mayoría de estos ataques ocurrieron entre 1969 y 1988, años de atentados, ajusticiamientos y secuestros que tuvieron su momento más sangriento en 1980, cuan-do el terrorismo rojo y negro se cobró 125 vidas. El golpe más espectacular fue el secuestro el 16 de marzo de 1978 del líder de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, asesinado 55 días después en Roma. Un episodio que ha generado abundante literatura y ha hecho nacer toda una escuela de pensamiento conspiratorio.

Pero si el caso Moro ostenta la primacía política, Bolonia, la tranquila y burguesa ciudad de provincias, inclinada siempre a la izquierda, ha sido escenario del peor de estos ataques terroristas, el 2 de agosto de 1980. Una bomba terrorista colocada en la estación central segó de un golpe 85 vidas. Los datos del pasado no dejan de suscitar interrogaciones. De los 360 asesinatos terroristas, la gran mayoría, 289, han sido atribuidos a grupos de extrema izquierda, 27 a la extrema derecha y 26 al terrorismo internacional. Pero nadie ha reclamado la responsabilidad de 182 agresiones mortales.