El colegio encoge de un año para otro

Juan Luis Santos es médico y sabe lo que es trabajar a destajo. Por su consulta pasan cada día entre 45 y 50 niños, excepto cuando hay epidemias de gripe o es época de vacunaciones. Es en esos momentos cuando afronta con más resignación la responsabilidad de ser el pediatra del municipio andaluz con mayor índice de natalidad de los últimos diez años. Cenes de la Vega es un pueblo joven y cargado de niños.

Situado a un par de kilómetros de la capital, Granada, y con buenas comunicaciones, este pueblo ha multiplicado por cuatro su población en una década. Se ha convertido en el destino preferido de cientos de parejas jóvenes que buscan su primera vivienda. De hecho, en la pirámide de población del municipio destaca de forma espectacular el número de personas que se incluyen en el tramo comprendido entre los 26 y los 38 años. En esa franja de edad fértil se encuentra el 34% del total de la población. 'Y hay muchos más que se vienen a vivir aquí pero no están censados', subraya María Dolores Castillo, concejal de Servicios Sociales.

El resultado de la llegada de personas jóvenes al pueblo es que el número de nacimientos se dispara, las guarderías se multiplican y el colegio se queda pequeño de un año para otro.

La directora del centro, Encarnación Labella, llegó hace 22 años, cuando sólo había cinco aulas. Desde entonces se han construido dos edificios anexos, se han cerrado tres porches para dar clase, se ha ampliado el patio y se han creado 16 aulas. Aún así, el espacio del colegio es insuficiente y para el próximo curso habrá que buscar tres nuevas clases para acoger a todos los niños. El alcalde, Emilio Carrasco, explica que se ha pedido a la Junta la construcción de un nuevo colegio en el que se tengan en cuenta las previsiones de incremento de niños en el futuro, ya que vienen naciendo entre 130 y 150 niños por año y en el colegio no hay capacidad ni para 40 por curso. 'Si aquí tuvieran que entrar todos los niños que hay en el pueblo sería imposible', apunta la directora. Muchos de los alumnos están escolarizados en Granada, donde trabaja la mayor parte de los padres.

Cenes de la Vega se ha convertido en un pueblo dormitorio, predilecto para la fecundación. 'No es que los habitantes de este municipio sean especialmente animados a la hora de tener hijos', señala el pediatra, 'sino que hay tantas personas en edad fértil que es imposible frenar el crecimiento'. El médico apunta que la media de hijos por pareja es de aproximadamente dos, una cifra 'normal' en Andalucía.

En Cenes las guarderías son un negocio especialmente rentable. En estos momentos hay dos, pero se va a construir otra para el próximo curso en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. 'No tenemos competencia porque hay negocio de sobra para todos', explica la directora del centro infantil Patitos del Genil, María José Rus. Esta guardería también tiene previsto ampliar el número de aulas para el año que viene porque, a pesar de tener más de 70 niños, en su lista de espera hay casi otros 30 que este curso se han quedado fuera. La mayor demanda es la de niños de 2 a 3 años, la edad previa a ser admitidos en el colegio.

Rus asegura que este pueblo está 'desbordado' de niños porque han aumentado mucho mientras que las infraestructuras y los servicios no lo han hecho al mismo ritmo. 'Hay una barbaridad de niños y ni siquiera se ha construido un parque adaptado para que puedan jugar'. La concejal de Servicios Sociales explica que hay cientos de personas que no están censados y que sin embargo exigen servicios que el Ayuntamiento no puede dar porque no recibe la financiación adecuada a su población real. El municipio tiene un presupuesto de 336 millones de pesetas y un censo de 6.600 personas. 'Pero aquí vive mucha más gente. No hay más que ver cómo los cerros pelados se han convertido en barrios de viviendas en pocos años', agrega la edil.

Cenes es un municipio de apenas siete kilómetros cuadrados de extensión al que no le queda mucho suelo llano para edificar. El alcalde explica que durante el despegue urbanístico de hace unos años se edificó 'en todas partes y de cualquier modo'. La política de la corporación actual (PSOE) es tratar de limitar la construcción de viviendas. Esto podría ser un freno al crecimiento descontrolado de población de los últimos años. Aunque para eso algunas vecinas del pueblo aseguran que el secreto está en 'espantar a la cigüeña'.