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VISTO / OÍDO
Columna
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Monterrey

La conferencia de Monterrey estudia la situación del mundo pobre: no parece que vaya a encontrar soluciones. Bush acepta ahora la entrega del 0,7 del producto interior bruto, pero sus consejeros dicen que no serviría para nada. Los sistemas actuales de economía, finanzas, industrias, trabajo, obtienen beneficios mucho mayores que ese 0,7, que volvería pronto a los países que lo regalasen multiplicado por mucho. Tengo la idea de que esa cifra estaba preparada solamente para ser un objetivo que distrajera a los colegas que trabajan en eso: como han resultado ser las ONG, sin negar que están prestando una ayuda local y personal emparentada con la caridad. Aun así, Aznar no ha querido que tres de las españolas, incluyendo a Cáritas, participen de la delegación española, no vayan a molestar demasiado.

Las peticiones de los países pobres no son tampoco excesivas: los créditos 'blandos' tienen poca significación, aunque se los den, porque nunca van a poder pagarlos. Y la solidaridad parece una broma macabra. Fue una gran palabra de los compañeros anarquistas, que dieron con ella título a uno de sus grandes periódicos, Solidaridad Obrera, de Barcelona (Franco la convirtió en Solidaridad Nacional y se la dio a Falange, que la convirtió en su instrumento). Calificada de obrera, indicaba ya que no podía esperar ninguna forma de solidaridad de los otros, porque estaban en el terreno de enfrente de la guerra de clases. En todo caso, era una forma lingüística de sustituir la 'caridad' de los cristianos, que equivalía a la limosna, tantas veces a cambio de votos, y a la 'fraternidad' de la Revolución Francesa, que adoptaban otros partidos. Hay que tener mucho cuidado con esta palabra, como con todas las que tuvieron una procedencia honesta y humana, incluyendo las cristianas. La gramática parda -es significativo que se haya encontrado para esta falsificación el mismo color de las camisas nazis- les ha ido dando vueltas, y ahora aparecen en Monterrey utilizadas por los 'pobres'. Lo pongo entre comillas, porque las representaciones de esos países son gubernamentales y por lo tanto ricas. Pero ¿cómo van a asistir los 1.200 millones de personas que viven con un euro al día? Es mejor clasificarlos como 'ineptos': un representante de Estados Unidos ha dicho que la 'ineptitud' de sus habitantes es causa de su pobreza. Doctrina pura del liberalismo.

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