La plantilla de Ericsson espera que el Gobierno se involucre en el expediente

La plantilla de Ericsson en Zamudio espera que el Gobierno vasco se implique activamente en la resolución del conflicto que mantienen con la empresa sueca fabricante de teléfonos móviles. El jueves comenzará a negociar el expediente de regulación presentado por la empresa, que afecta a 140 de sus 306 empleados fijos. Ericsson, que en 1999 tenía a 511 personas en plantilla y ha invertido unos 8.000 millones de pesetas en los últimos seis años en una planta concebida para 700 empleados, está decidida a seguir recortando gastos.

El comité de empresa argumenta que el expediente es innecesario y lo califica de 'movimiento estratégico' para aligerar cargas, ya que la producción de Bilbao se ha llevado a Inglaterra, un país más caro. Sin embargo, el Expediente de Regulación de Empleo, presentado el jueves en Madrid, señala que 'no existen posibilidades de continuidad' para los 140 contratos de la planta vizcaína, ya que su actividades no están previstas en el plan de viabilidad presentado por la empresa. 'Es un plan que desconocemos, todavía no nos han dado las razones del expediente', critica Salva Jiménez, presidente del comité de empresa. De momento se abre un periodo de 30 días de consultas y negociaciones entre las dos partes, y después la Administración central tendrá que resolverlo. Ericsson anunció que las rescisiones de contratos se producirán como máximo dentro de los tres meses siguientes a la resolución.

El comité (los integran nueve delegados ELA, dos de CC OO y dos de UGT) está a la espera de una intervención del Ejecutivo vasco, que entre 1995 y 1999 concedió 1.625 millones de pesetas para subvencionar diferentes proyectos de la firma sueca. Ahora el expediente es la única vía sobre la mesa, una vez fracasado el intento con MCC para transformar la planta en una cooperativa con el 35% en manos de los trabajadores. 'Estamos a la espera de que nos llame el Gobierno vasco para toma cartas en el asunto, porque si no va a ser Madrid quien resuelva esto', explica Jiménez. Para el comité existen maniobras muy extrañas de la compañía. 'Dicen que la tecnología UMTS es el futuro y sin embargo aquí, donde tienen más de 200 ingenieros, no lo están potenciando mucho', critica. Los trabajadores sospechan de que ya existe un preacuerdo multimillonario entre Telefónica Móviles y Ericsson para la instalación de estaciones UMTS en España y Alemania, 'pero que no quieren hacer público hasta no tener resuelto el expediente'.

Ericsson anunció en octubre su intención de recortar la plantilla en España debido a la crisis que atraviesa el sector de telecomunicaciones. La firma presentó el expediente en Madrid, pero podía haberlo hecho en Bilbao ya que en ninguno de los dos centros concentraba al 85% de la plantilla. El plan social del expediente se está negociado sobre todo en Madrid.

Ericsson tuvo en 2001 los peores resultados de su historia. Las ventas disminuyeron un 15%, y llegaron a bajar hasta el 18% en el caso de los teléfonos móviles. Eran los primeros números rojos de la compañía sueca, cuyas pérdidas operativas ascendieron a unos 3.250 millones de euros, por encima de las peores previsiones, y eso que a lo largo del año despidió a 22.100 trabajadores.