Tres encapuchados queman en Bilbao un autobús con tres mujeres dentro
Desconocidos lanzan 'cócteles mólotov' contra la Gendarmería
Los tres encapuchados que rociaron con gasolina en la noche del domingo un autobús en Bilbao realizaron el sabotaje mientras permanecían en su interior tres pasajeros. Sólo la rápida intervención del conductor del vehículo, que entonces se encontraba en un bar próximo, al abrir la puerta de atrás del autobús, evitó una tragedia. Las tres usuarias de la línea que une uno de los barrios de la capital vizcaína con el centro salieron ilesas.
El ataque del domingo en Bilbao eleva a tres los autobuses destruidos por grupos de violencia callejera de apoyo a ETA a lo largo de este año, según recordó ayer el alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna. El regidor anunció que pedirá el amparo de la corporación para hacer frente a este fenómeno y reclamó a Batasuna que condene el sabotaje. 'Aún no les he oído decir nada', comentó. El PP de Bilbao recordó que desde enero de 2000 los proetarras han quemado siete autobuses.
El ataque ocurrió a las 22.15 del domingo. Según fuentes de la empresa afectada, un autobús, marca MAN, de 12 años de antigüedad, se encontraba vacío y aparcado junto a la parada de Sarrikue a la espera de realizar la ruta correspondiente a la línea 26. El conductor llegó al autobús para ponerlo en marcha y abrió sus puertas para que entraran los tres pasajeros que hacían cola en la parada. Como aún faltaban algunos minutos para iniciar el servicio de transporte, el conductor cobró el viaje a los pasajeros, cerró las puertas del vehículo y se dirigió a un bar próximo. Fue el momento elegido por los tres encapuchados para dirigirse al autobús y abrir sus puertas con un botón exterior situado en la zona delantera del vehículo.
A continuación los radicales arrojaron varios cócteles mólotov al interior del vehículo, mientras estaban en su interior las tres pasajeras, que se habían sentado en la parte trasera. El autobús comenzó a arder y las tres mujeres quedaron atrapadas dentro sin poder salir, ya que el fuego se había iniciado en la parte delantera y no podían abandonar el vehículo porque las puertas traseras estaban cerradas. Al darse cuenta del incendio, el conductor pudo abrir desde fuera las puertas del vehículo para que salieran los pasajeros.
El cuartel de la Gendarmería de Saint Pee Sur Nivelle, en el País Vasco francés, fue atacado durante la pasada noche mediante el lanzamiento de un número indeterminado de cócteles mólotov que no han provocado ningún daño, según informaron fuentes policiales francesas. El ataque se produjo también durante la noche del domingo, pero no fue advertido por los agentes que viven allí hasta la mañana del lunes. Varios agentes han apreciado en la pared de entrada las huellas de un impacto y de restos de botellas en el suelo, ya que al no estallar no se produjo incendio alguno ni el habitual ennegrecimiento de la zona afectada.
Este es el segundo ataque contra un cuartel de la Gendarmería en lo que va de año. El 9 de febrero fue atacada la instalación del cuerpo militar en San Juan de Luz también con cócteles mólotov, que provocaron daños en algunos vehículos estacionados en el cuartel. En 2001, los proetarras lanzaron bombas incendiarias contra el cuartel de Hasparren.
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