Detenido el cuñado de la mujer argelina asesinada y quemada en Valencia

El ciudadano argelino E. H. M., de 30 años, fue detenido a la 1.00 de la madrugada de ayer como el supuesto autor del asesinato de una mujer de la misma nacionalidad que falleció por un fuerte golpe en la cabeza -al parecer con una barra de hierro- y luego fue rociada con un líquido inflamable en su casa del barrio de Algirós, en Valencia.

El detenido, hermano del marido de la víctima, residía en la casa con la pareja. Cuando la policía sospechó que lo que parecía una muerte producida por una deflagración a consecuencia de un escape de gas butano, no era tal, orientó la investigación en busca de pruebas que condujeran a otras personas que podían haber estado en la vivienda o podían tener acceso a la misma, ya que no había signos de violencia ni nada revuelto. Entre tanto, un primo del marido de la víctima localizó al ahora detenido. Juntos se acercaron al Instituto Anatómico Forense y al Juzgado de Guardia para saber qué había pasado. Minutos después de que saliera de la oficina judicial, la policía detenía a E. H. M., que compartía el domicilio con la fallecida, de 35 años, su marido -que abandonó la vivienda a las 8.00- y la pequeña de once meses.

El detenido, según fuentes de la investigación, residía con la pareja que alquiló la vivienda hace medio año, desde hace unos dos meses; no tiene antecedentes penales, y ha negado ser el autor de los hechos. Sin embargo, las mismas fuentes aseguraron ayer que las pruebas de que es el autor material y único de la muerte de la mujer son contundentes. El detenido fue interrogado en la Jefatura Superior de Policía y hoy declarará ante la titular del Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia en funciones de guardia.

Según fuentes policiales, tras la investigación queda demostrado que la mujer recibió un golpe mortal en la cabeza con un objeto contundente, al parecer una barra de hierro, -herida que explica el charco de sangre en el que fue hallada a la fallecida-, y posteriormente el cuerpo fue arrastrado y rociado con un líquido inflamable. Al arder, quedó irreconocible desde la cabeza hasta la cintura. Para distraer la investigación policial, el autor del crimen prendió fuego a algunos enseres y muebles pequeños, cuyo humo alertó a las personas que dieron aviso a través del 112 y los bomberos.

El móvil del crimen, según fuentes del caso, es sentimental. Todo apunta, indicaron, a que el hombre intentó mantener relaciones sexuales con la víctima y ésta se negó y trató de zafarse del agresor, quien reaccionó propinándole el golpe mortal en la cabeza, presumiblemente por la espalda. Las mismas fuentes afirmaron que el informe forense determinará si hubo ágresión sexual antes de la muerte.

Los hechos ocurrieron a las 11.15 del viernes en el número 12 de la calle de Lorenzo Palmireño. La pequeña, que estaba en una habitación de la vivienda, fue trasladada al hospital Clínico y dada de alta horas después.