Nuevos casos de corrupción salpican al SPD alemán

Una serie de casos de corrupción en Renania del Norte-Westfalia, el más poblado de los Estados federados alemanes y tradicional bastión rojo, podría complicar considerablemente la campaña del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) con miras a las elecciones del próximo 22 de septiembre. Lo que comenzó con lo que parecía un caso secundario de tráfico de influencias en Colonia, en los últimos días ha comenzado a extenderse como una mancha de aceite por varias ciudades en las que, al parecer, también otros funcionarios socialdemócratas han aceptado beneficios financieros a cambio de sus gestiones administrativas.

En Colonia, un líder socialdemócrata local ha admitido haber recibido para su partido 424.000 euros en donaciones ilegales. Estos pagos fueron fraccionados y encubiertos a través de facturas entregadas a 42 copartidarios. Todo indica que al menos parte del dinero provenía de supuestos sobornos pagados en relación con la construcción de una sobredimensionada planta de reciclaje de basuras.

Mientras el SPD regional y nacional trata de aclarar este asunto, investigado también por la fiscalía, en otras dos ciudades de Renania del Norte-Westfalia han estallado escándalos similares. En Wuppertal, las autoridades indagan si el alcalde socialdemócrata aceptó donaciones ilegales de 256.000 euros para su campaña electoral de 1999. También en Recklinghausen, en la cuenca del Ruhr, un ex alto cargo del SPD podría haber aceptado sobornos.

Según varios expertos, estos casos son apenas la punta del ice-berg de una extendida corrupción en los ayuntamientos alemanes. Las primeras encuestas indican que los ciudadanos los consideran igual de graves que el sistema de financiación ilegal que existía en la Unión Cristiana Democrática (CDU) cuando era liderada por el ex canciller Helmut Kohl.