El Palacio de Jabalquinto de Baeza será un campus universitario de la UNIA
La Junta invertirá 3,4 millones de euros en la rehabilitación del edificio renacentista
El Palacio de Jabalquinto de Baeza, una de las referencias del Renacimiento andaluz, ve la luz tras un túnel que lo ha tenido inmerso en un estado casi agónico desde que, hace 14 años, fue cedido por el Obispado de Jaén a la Junta. La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) presentó ayer su rehabilitación, en la que el Gobierno andaluz invertirá 3,48 millones de euros para su conversión en campus de la sede Antonio Machado de la UNIA.
Las obras de rehabilitación, que tendrán un plazo de ejecución de 22 meses, se han adjudicado a la empresa malagueña Construcciones San José. El rector de la UNIA, José María Martín Delgado, destacó ayer 'la sensibilidad y el celo' con el que se ha elaborado el proyecto. A su juicio, 'respeta toda la morfología y los valores históricos y artísticos del inmueble pero dándole un uso académico'.
El autor del proyecto de rehabilitación es el arquitecto Ramón Valls, el mismo que ha actuado en la Universidad madrileña Carlos III. Valls explicó ayer en Baeza que se ha planteado una intervención respetuosa con el edificio y la restauración y consolidación de los elementos estructurales, todo ello conservando el formalismo del edificio, catalogado como Monumento Arquitectónico Histórico-Nacional desde el año 1931.
La intervención prevé un sistema de ventilación y drenaje de los cimientos para evitar la ascensión de la humedad por capilaridad. Se consolidarán los artesonados históricos y las cubiertas se recuperarán con estructuras de cerchas y arcos de madera laminar, que en algunas salas se dejarán a la vista.
Finalmente, se suprimirán las barreras arquitectónicas con soluciones mecánicas o arquitectónicas y se unirá el Palacio con el Seminario San Felipe Neri, sede actual de la Antonio Machado, a través de una pasarela de vidrio y acero-cortén a través del jardín que separa a ambos edificios.
El Palacio de Jabalquinto, una de las mejores muestras de la arquitectura civil de los siglos XV y XVI, presenta un aspecto crítico en sus cubiertas, en las galerías de su patio renacentista o en su monumental escalera barroca.
Retoques
Ni siquiera los retoques realizados hace algunos años desde la propia UNIA -que tuvo que reparar la cubierta para consolidar el edificio- pudieron disimular su estado de semirruina.
El Palacio de Jabalquinto, que está recogido también en el Catálogo de Bienes Protegidos del centro histórico de Baeza, fue traspasado por la Junta a la Universidad Internacional Antonio Machado en el año 1994. Desde entonces se viene hablando de su inminente restauración, que ha ido posponiéndose, sin explicación alguna, año tras año. La Comisión Provincial de Urbanismo de Jaén revisó hasta en cuatro ocasiones el proyecto de rehabilitación.
Las obras de rehabilitación, según manifestó ayer el rector, se financiarán con cargo al convenio de financiación entre la Consejería de Educación y las universidades andaluzas. 'Vamos a dedicar a este proyecto casi el 80% de toda la inversión de la UNIA durante los próximos cinco años', destacó Martín Delgado, tras subrayar la 'apuesta' de la Junta por convertir a este inmueble histórico en 'un referente cultural en toda España'.
La rehabilitación prevista permitirá albergar en el palacio todos los aularios de la Universidad Antonio Machado, el aula magna, la biblioteca, el área de administración, así como una sala de videoconferencias para la enseñanza virtual. La sede actual de la UNIA en Baeza, quedará como residencia y comedor del campus.
El Palacio de Jabalquinto ofrece una singular fusión de estilos arquitectónicos, desde el gótico flamígero al barroco pasando por el renacentista. Mandado construir en el siglo XV por Juan Alfonso de Benavides, primo del rey Fernando el Católico, el palacio es un claro exponente del poder político, económico y social de los clanes nobiliarios de los siglos XV y XVI, y que en Baeza tuvo su reflejo en los enfrentamientos entre Carvajales y Benavides.
Plasma en su fachada el gusto de los círculos cortesanos por un gótico florido con un gran despliegue de elementos decorativos. Atribuida a Juan Guas y traza de Enrique Egas, su fachada presenta una gran profusión de puntas de diamante, clavos de piña, frondas, pináculos, heráldicas y mocárabes.
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