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Ana María Matute compara la Real Academia Española con 'un nido de carcamales'

La escritora Ana María Matute (Barcelona, 1926) criticó ayer, entre bromas y veras, algunos aspectos de la Real Academia Española (RAE), a la que comparó con 'un nido de carcamales'. La escasez de mujeres es uno de los asuntos que más le irritan.

Matute ingresó en esta institución en 1996 en sustitución de la fallecida Carmen Conde. La autora de Olvidado rey Gudú era entonces la única mujer en la Academia. 'Me sentía como Blancanieves y los 40 ladrones', afirmó Matute en la presentación de un taller de creación literaria del Instituto Andaluz de la Mujer.

La escritora intentó después quitarle hierro a sus palabras y no consiguió más que embarullar más la situación entre las carcajadas de los presentes. 'Es una broma. He querido mezclar dos cuentos. Me parece muy divertido mezclar Blancanieves y los siete enanitos y Alí Babá y los 40 ladrones', comentó.

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'En todas las corporaciones siempre hay como un pasillo, al fondo del cual hay un nido de arañas que no conoces. Y no sabes quiénes son. Y están tejiendo, tejiendo, tejiendo...', repitió la escritora como si remedase la actividad de unos tenaces arácnidos en el arte de construir sus amenazantes telas. 'Te encuentras enredada', agregó, y cruzó los dos brazos sobre el pecho mientras ponía cara de susto infantil. 'Digamos que son un nido de carcamales', rubricó.

Matute recordó cómo 'en 300 años ha habido tres mujeres académicas [Elena Quiroga, Carmen Conde y ella misma])'. 'Cada 100 años, una mujer! A este paso...', ironizó. 'Ahora han entrado dos mujeres', dijo en referencia a las académicas electas Carmen Iglesias y Margarita Salas, que aún no han pronunciado sus discursos de ingreso. Matute también reconoció que hay excepciones. 'Hay algún académico que no es un carcamal; simplemente es madurito. Han entrado aires nuevos, frescos... La Academia se está poniendo al día. Antes era como la Iglesia: intemporal', concluyó.

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