El Reino Unido acusa a Mugabe de 'robar' los comicios de Zimbabue
El Gobierno procesa a un líder de la oposición
El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, afirmó ayer que existían 'evidencias claras' de que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, 'ha robado' las elecciones presidenciales celebradas en los últimos tres días. La Red de Apoyo a las Elecciones (ZESN), formada por observadores independientes del país, consideró que los comicios no habían sido 'ni libres ni justos'. Mientras, un líder opositor fue acusado ante la justicia de intentar asesinar a Mugabe.
El jefe de la diplomacia británica afirmó que 'todo indica' que el patido de Mugabe, Zanu-PF, 'ha cometido intimidaciones, actos violentos y todo tipo de irregularidades, incluidos el hostigamiento a miembros de la oposición en las zonas rurales y la falta de colegios para votar en las ciudades'.
El ZESN, la organización de observadores que agrupa a 38 grupos civiles y religiosos, aseguró que decenas de miles de personas se quedaron sin poder votar. Mientras tanto, los oficiales electorales comenzaron a contar los votos tras tres días de votación.
Welshman Ncube, secretario general del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), principal partido opositor, fue acusado ayer ante la justicia de 'traición' por su participación en un presunto plan con el objetivo de 'eliminar físicamente' a Mugabe. Fuentes de la oposición temen que el procesamiento de Ncube sea preludio de la del candidato del MDC, Morgan Tsvangirai, interrogado hace 15 días por su presunta participación en la misma conspiración.
La carrera entre Robert Mugabe, de 78 años de edad, ex libertador convertido en dictador y que por primera vez se enfrenta a una competencia real tras 22 años en el poder, y Robert Tsvangirai, de 50 años, ex líder sindicalista, no cumple con casi ninguno de los requisitos de una elección presidencial. La gente fue amedrentada, sólo la mitad de los centros de votación en las ciudades -donde vive el grueso de la población y la oposición cuenta con mayoría- se abrieron, y no se dieron a conocer en ningún momento los registros electorales ni el número de votos emitidos. En el último minuto, el Gobierno cambió la ley electoral y una orden de la Corte Suprema de prolongar durante 24 horas los comicios fue obedecida sólo después del mediodía, para cerrar unas horas después. La policía antimotines obligó a la gente a evacuar los colegios con gases lacrimógenos y disparos para hacerse obedecer.
'No puede haber más resultado que una victoria de Robert Mugabe', dijo Brian Raftopolous, quien encabeza el grupo de organizaciones cívicas y eclesiásticas agrupadas en el Comité de Crisis de Zimbabue, 'pues estas elecciones están envenenadas'. El comité discute si convocar a un paro general para demostrar la frustración de la población de manera pacífica. 'Nos preocupa que haya una expresión espontánea de rabia entre la gente', agregó Raftopolous.
La misión de observadores de Noruega declaró que la elección careció del mínimo de criterios globalmente aceptados para un evento de este tipo. Kare Vollan, quien encabezó la misión de 25 personas, dijo que ésta encontró errores en cada uno de los pasos del proceso electoral, desde el registro de los votantes hasta la campaña misma.
Sólo el Gobierno de Zimbabue y el grupo de observadores enviado por la Cámara de Comercio de Suráfrica, SAFCOC, consideran que las elecciones han sido limpias. Los observadores de organizaciones africanas, del Gobierno surafricano y de la Commonwealth aún no han comentado los comicios.
Incluso antes de que se cerrara la votación, el Gobierno dió a conocer cifras que muestran que muchísima más gente votó en las zonas rurales -donde Mugabe es popular- que en las ciudades. Con tantas divisiones, parece claro que ningún lado aceptará la derrota, lo que lanzará al país a la incertidumbre política.
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