La BBK frena su expansión ante la perspectiva económica de un año difícil

El estrechamiento de los márgenes y la incertidumbre de los mercados para este año aconsejan mirar con lupa cualquier inversión y eso es lo que va a hacer la BBK, que sólo prevé abrir cinco o seis nuevas oficinas en 2002 frente a las 12 de 2001, y maneja una previsión de crecimiento del 4%, frente al 10% consolidado del pasado. En el campo de las participaciones industriales, concretamente en Iberdrola (un 7,5%) el presidente de la entidad, José Ignacio Berroeta, dejó claro que la defenderá a ultranza frente a opas, aunque sin vocación de aumentarla.

La cuenta de resultados de la primera caja vasca arrojó el pasado ejercicio unos beneficios netos de 260,3 millones de euros, un 13,6% más que el año anterior. De la citada cifra, el 30% (78,1 millones) se destinará a obra social. Respecto al resto de los campos, la entidad no van a quitar durante este año la mirada de su bolsillo. Según explicó el presidente de la entidad en la asamblea general de ayer, el progresivo estrechamiento de los márgenes y el incremento de los costes de transformación no permiten pensar en una expansión como la desarrollada hasta ahora y para 2002 sólo van a crecer en cinco o seis nuevas oficinas, y cuando esté justificado porque haya un nicho de mercado concreto. En total, la BBK cuenta en la ctualidad con 317 oficinas, de las que 70 se encuentran fuera de Euskadi. En Madrid, el volumen de negocio asciende a unos 1.500 millones de euros entre activos y pasivos.

Junto a esa situación, la caja juega con una previsión de crecimiento del PIB vasco del 2,6% para este año y no descarta la posibilidad de que la solvencia del mercado se deteriore. Em n concreto, prevé que el resultado bruto al finalizar el ejercicio muestre un moderado crecimiento cercano al 4%.

La moderación que va a marcar este año también se hará extensiva a sus participaciones industriales en el sector energético. Aunque la caja mantiene la consideración de estratégicas para las mismas, Berroeta recalcó que la entidad 'no tiene vocación de seguir incrementándolas'. Consciente del acierto de su cartera en renta variable, con unas plusvalías latentes de más de 900 millones de euros, se mostró dispuesto a defender a Iberdrola en el revuelto sector energético frente a opas que puedan lanzar empresas nacionales y extranjeras. Ya lo hizo durante 2000 y el primer trimestre de 2001 durante el intento de OPA de Repsol, la frustrada compra de la americana Florida Power y el intento de fusión con Endesa.

La cartera de participaciones industriales se divide en un 49% en el sector de la energía, un 31,6% en telecomunicaciones, un 5% en infraestructuras, un 7,9% en bancos, un 3,1% en otras industrias vascas y un 3,4% en otro tiupo de firmas.

En 2001, esa cartera sólo ha cambiado por los incrementos en Iberdrola hasta controlar el 7,5% del capital de la eléctrica, y en Petronor hasta disponer del 14,02%. La caja vizcaína también ha acudido a las ampliaciones de capital de Euskaltel, de la que es primer accionista con un 23,5%.

La BBK no descarta entrar como socio en los proyectos energéticos de Bahia Bizkaia, es decir las plantas regasificadoras y la central de ciclo combinado, y de la planta IGCC de Petronor para generar electricidad con residuo de refinería. Berroeta volvió a justificar esas inversiones por el 'importante desfase entre producción y consumo en Euskadi'. Posiblemente utilice para ese fin los rendimientos de la renta variable.

Resultados

La BBK cerró el ejercicio 2001 con un beneficio bruto consolidado, es decir con la suma de las empresas del grupo, de 304,9 millones de euros, lo que supone un aumento del 10,4% con respecto del año anterior, para un total de recursos administrados de 12.780,3 millones, un 7,9% más. Los recursos ajenos se elevaron hasta los 11.126,5 millones por el empuje de los ahorros a la vista, que crecieron un 14,4% y por la puesta en servicio de cuatro nuevos fondos garantizados que han incrementado el saldo global hasta el 5,6%.

La inversión crediticia creció un 10,3%, sobre todo gracias al incremento de los préstamos hipotecarios que han aumentado un del 21,6% hasta alcanzar los 4.242 millones de euros. Durante el pasado año, la BBK incorporó a la caja a 250 personas y la Fundación Gazte Lanbidean lleva acumuladas en tres años 4.166 personas a las que ha colocado.