Los socialistas piden listas conjuntas para municipios con ediles amenazados

El Partido Socialista de Euskadi (PSE) abogó ayer por listas de unidad democrática como último recurso en aquellos municipios donde socialistas y populares no logren presentar candidaturas por la presión terrorista. La propuesta la planteó ayer el secretario general alavés, Javier Rojo, para responder a una enmienda del comité local de Llodio, que propondrá en el congreso del PSE la dimisión en bloque de todos sus ediles en busca de un 'aldabonazo social'. El PP rechaza formar candidaturas municipales con el PNV, y sólo las acepta con los socialistas.

Rojo descartó tajantemente la renuncia en bloque ya que a su juicio supondría facilitar a ETA lo que busca: desalojar a los no nacionalistas de las instituciones. 'Terminarán por poner las bombas en la puerta del Parlamento para que también nos vayamos de él', dijo. Desde la ruptura de la tregua en diciembre de 1999 han dimitido 18 ediles socialistas y dos del PP.

Rojo abogó sin embargo, y avanzó que así lo defenderá, por intentar que allí donde resulte imposible para el PSE y el PP configurar listas por la presión violenta, los nacionalistas se impliquen con ellos en la confección de listas de unidad democrática 'con la sola bandera de la democracia, la libertad y los derechos de todos los ciudadanos'. Esta propuesta, ya apuntada con anterioridad por el presidente de la gestora socialista, Ramón Jáuregui, no es bien vista por el PP que antes había lanzado la idea, a su vez rechazada por los socialistas, de presentarse conjuntamente, pero sólo los dos partidos. El PSE entiende que esas listas de 'concentración' tienen su sentido, aunque sólo en situaciones de excepcionalidad, para impedir el objetivo terrorista de dejar a miles de ciudadanos sin representación en los ayuntamientos por el método de hacer imposible la vida y el trabajo a sus ediles.

Pero las listas de 'concentración' son prácticamente imposibles. El Gobierno y el PP se oponen tajantemente a la formación de candidaturas conjuntas de todos los partidos democráticos. '¿Unidad democrática con el PNV? Es muy difícil', señaló ayer el ministro del Interior, Mariano Rajoy. Su única opción de candidaturas comunes, en casos excepcionales, sería con partidos constitucionalistas, esto es, el PSOE. Tampoco quieren oír hablar de dimisiones en bloque de concejales como 'aldabonazo social'. Interpretan que esta decisión 'equivale a ceder a las presiones de ETA'-

Rajoy argumentó ayer su rechazo a pactar con el PNV y de reconstruir la unidad democrática con los nacionalistas vascos como pretenden los socialistas. Aunque admitió que 'el PNV lucha contra ETA', Rajoy señaló que 'no le gusta ni la Constitución ni el Estatuto; no le gustan las leyes antiterroristas, como la reforma de la ley de partidos y no termina de romper con Batasuna, no quiere su aislamiento'. '¿Unidad democrática?. ¿Con qué fines?. Con los del PNV, con un partido que defiende el derecho a la autodeterminación, es muy difícil y para el PSOE, también', contestó.

'Democracia viva'

Jáuregui apostó por activar el acuerdo alcanzado el viernes en la reunión de los partidos con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para presentar en todos los ayuntamientos declaraciones de condena de la violencia y de compromiso de no colaboración con Batasuna. Eso sería 'hacer democracia viva' buscando que la unidad democrática 'nazca desde la base y crezca hacia arriba'. 'Si la gente ve que avanzamos dirán 'yo resisto'. Si el sistema sigue descuajeringado perderán la esperanza y el afán de resistencia'. Jáuregui se mostró convencido de que los partidos recuperarán desde Eudel (la asociación de municipios vascos) 'un ámbito común democrático que culmine en un manifiesto que genere una dinámica de unidad en cada municipio'.

Pese a la oposición de la dirección socialista, la agrupación de Llodio intentará que su propuesta de dimisión en bloque de todos los concejales socialistas de Euskadi, funcione como un 'aldabonazo social' sobre las conciencias y llegue a debatirse como enmienda en el plenario del congreso de marzo.

Sus autores, capitaneados por el dimitido portavoz socialista en el ayuntamiento de Llodio, Raúl Arza, responsable a su vez de la agrupación local, creen que su enmienda puede encontrar más apoyos de los sospechados: 'Veremos en el congreso. Nuestra militancia está más harta de lo que creen nuestros dirigentes', señaló Arza a EL PAÍS. A su juicio, esa renuncia colectiva, sería 'un gesto' de advertencia a la sociedad y el aviso de que las candidaturas socialistas para 2003 están 'muy en peligro, cuando lo primero que habrá que decir a quienes se quiera convencer para figurar en ellas es que tendrán que hacer la campaña protegidos con escolta'.