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La dirección del PSOE teme que del congreso del PSE no salga una Ejecutiva de integración

Zapatero pide a todos los sectores 'unidad' como un 'servicio' en favor de la paz en Euskadi

El asesinato de Juan Priede ha suavizado las aristas de la confrontación entre los candidatos a la secretaría general del PSE en el congreso que empieza hoy pero no ha rebajado la firmeza de las posiciones en liza, según comprobaron en la noche del jueves los secretarios federales de Organización y Política Municipal, José Blanco y Álvaro Cuesta, en una reunión con los aspirantes al liderazgo y con los miembros de la gestora. La Ejecutiva Federal descarta que haya un candidato de consenso y es pesimista respecto a la posibilidad de una integración de todos los sectores en la nueva dirección del PSE.

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Dossier:: Congreso del PSE

En esa reunión, los representantes de la Ejecutiva Federal constataron la inutilidad de pedir a los candidatos que se unan, si bien tienen la convicción de que el ganador ofrecerá a los sectores derrotados el formar parte de la nueva dirección del PSE. El problema está ahora en las muchas dudas que tiene la dirección del PSOE respecto a que los perdedores del congreso acepten esa oferta, dadas las posiciones que mantienen.

Cuando ayer por la mañana el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió, en declaraciones a la SER, a sus compañeros del PSE 'unidad, como un nuevo servicio a la paz' en el País Vasco, ya conocía por José Blanco el contenido de la reunión que éste había mantenido la noche anterior, durante una cena, con los miembros de la comisión gestora que ha dirigido el PSE y con los tres candidatos a la secretaría general de ese partido. Blanco y el responsable de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, se trasladaron al País Vasco nada más conocer el atentado contra su compañero Juan Priede.

'Hubo discursos de los miembros de la gestora y de los candidatos, y se puso de manifiesto la inmovilidad de las posiciones aunque con aristas suaves y sin descalificaciones; incluso con cordialidad', indicaron ayer asistentes a la reunión. Los aspirantes al liderazgo tuvieron palabras elogiosas para la unidad y la integración pero que en la práctica significaban poco, según algunos de los presentes, ya que cada cual las expuso desde la hipótesis de ser el ganador.

La preocupación ahora en la Ejecutiva Federal está en qué ocurrirá tras la elección del secretario general del PSE, dado que ve muchas dificultades para que los sectores perdedores acepten integrarse en la Ejecutiva del ganador. Además, las fuentes consultadas consideran previsible que el vencedor del congreso reservará para sus seguidores los puestos relevantes y ofrecerá a los derrotados cargos con escasa influencia.

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Con esta perspectiva, el secretario general del PSOE llegó ayer al País Vasco para participar en el funeral y la manifestación por el concejal socialista asesinado en Orio. En la ejecutiva no se descartaba que Zapatero quisiera mantener discretamente alguna reunión con los aspirantes a la secretaría general del PSE y transmitirles su planteamiento del congreso. 'Los delegados tienen que elegir a una dirección que sea lo más integradora y fuerte posible', precisó en la Cadena SER. 'Los compañeros tienen que pensar en la unidad del partido y en hacer un nuevo servicio a la paz, a los vascos, y a la democracia', insistió.

El líder del PSOE viajó al País Vasco junto al secretario general de los socialistas alaveses, Javier Rojo, que por la mañana había participado en la concentración ante el Congreso en repulsa por el asesinato de Juan Priede. A ese acto asistieron también, entre otros, la presidenta de esa Cámara, Luisa Fernanda Rudi; el portavoz socialista, Jesús Caldera, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. 'Un partido dividido es un partido inútil. Yo trabajaré en este congreso por la unidad, dentro de la pluralidad de opiniones que hay en el socialismo vasco', manifestó Javier Rojo.

En cuanto al debate político del congreso del PSE, que comienza esta mañana, los seguidores de Nicolás Redondo, encuadrados en la candidatura que encabeza el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, han presentado dos enmiendas de sustitución de dos capítulos clave: uno de ellos, el que se refiere a la etapa (1984-1998) de acuerdos entre socialistas y nacionalistas en las instituciones vascas. La ponencia señala en ese capítulo que esa estrategia y proyecto de país 'es y era una consecuente y generosa estrategia para construir Euskadi de la única manera que es posible hacerlo, desde la transversalidad y la integración'.

La otra enmienda de los seguidores de Redondo se refiere al capítulo titulado 'Algunas clarificaciones a los conceptos básicos en el debate con los nacionalistas'. En este apartado, que recoge casi todas las aportaciones del documento de Jesús Eguiguren, se explica la posición de rechazo del PSE al debate sobre la autodeterminación. Así, se dice en la ponencia que 'es mentira que la autodeterminación traiga la paz', además de remarcar la no existencia del conflicto vasco o el rechazo a la soberanía y al ámbito vasco de decisión propuesto por el PNV.

Entre las 848 enmiendas hay dos presentadas por las agrupaciones de Renteria y de San Sebastián en las que se ofrece un pacto de estabilidad institucional al PNV si vuelve al autonomismo. Hay también enmiendas sobre el Pacto Antiterrorista, para pedir que se modifique o que se prolongue con otra mesa similar en Euskadi. Algunas piden al PNV que aplace su reivindicación soberanista hasta que desaparezca ETA.

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