Angola espera 'una señal clara' de UNITA para acabar la guerra
El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, afirmó ayer que las Fuerzas Armadas no pueden decretar 'un alto el fuego unilateral' mientras existan 'ejércitos privados' en el país. El presidente explicó que el Ejército 'tiene la responsabilidad de mantener el orden y la seguridad', por lo que el cese de las hostilidades será progresivo a medida que las fuerzas de UNITA (Unión para la Independencia Total de Angola) abandonen la lucha armada.
El presidente angoleño subrayó que el alto el fuego dependerá 'de una señal clara del ala militar de UNITA para acabar con la guerra' y restablecer las conversaciones de paz. Tras la muerte del líder histórico de la guerrilla, Jonas Savimbi, las fuerzas de UNITA lanzaron un ataque contra un convoy en la provincia de Malanje que causó nueve muertos y cinco heridos de cierta gravedad. Los enfrentamientos están provocando la huida de miles de personas de esa región, una de las más castigadas desde hace años por los combates.
Por otro lado, el responsable de UNITA en Lisboa y antiguo médico personal de Savimbi, Carlos Morgado, confirmó ayer que el vicepresidente de la guerrilla y actualmente al mando de algunas fuerzas en el interior de Angola, el general António Sebastião Dembo, de 58 años, ha asumido la jefatura de UNITA y será el interlocutor del Gobierno de Luanda en las previsibles negociaciones de paz.
En Luanda también se encuentran los representantes de la UNITA Renovada, un grupo disidente que decidió abandonar la lucha armada. Su presidente es Eugénio Manuvakola.
El representante de UNITA en Bruselas, Azevedo Kangange, dijo que solicitará a la ONU y al Parlamento Europeo un investigación para aclarar la muerte de Savimbi.
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