Roma exige 'que sean respetados' los acuerdos sobre la clase de religión y critica su 'deterioro'
Rouco insinúa que las actuales negociaciones de Roma con el Gobierno han dado sus frutos
Sin tapujos, ante el pleno de los obispos y con los medios de comunicación por testigos, el Estado de la Santa Sede afirmó ayer 'la validez de los Acuerdos' que logró de España en enero de 1979 y exigió 'que sean respetados'. El descontento de la Iglesia se centra en la enseñanza de la religión en la escuela pública, asunto sobre el que la opinión del ministro del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Jean-Louis Tauran, no dejó ningún resquicio de duda. 'El deterioro es evidente y progresivo', proclamó el arzobispo romano en la sede de la Conferencia Episcopal.
La proverbial diplomacia vaticana se cogió ayer al mediodía un tiempo de reposo para echarle un soberano rapapolvos al Estado español a cuenta de lo que la Santa Sede y los obispos españoles consideran incumplimientos de los acuerdos bilaterales de 1979. 'Es obvio que se exija, por tanto, un esfuerzo para superar lagunas y problemas heredados del pasado o que surgen en el presente, algunos de los cuales son de particular importancia, como la cuestión de la enseñanza de la religión en la escuela pública, área en la cual,como ustedes no dejan de señalar continuamente, el deterioro es evidente y progresivo', les dijo ayer a los prelados el secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, el arzobispo francés Jean-Louis Tauran, de visita oficial en España desde el lunes pasado.
El discurso del relevante diplomático de la Santa Sede ante la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) se produjo después de haber celebrado conversaciones el lunes y martes con el presidente del Gobierno, José María Aznar; el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y otros altos cargos del Ejecutivo del PP. Tauran también visitó al Rey: lo hizo el martes por la tarde, después almorzar con Aznar en la Nunciatura -embajada- del Vaticano en Madrid.
Antes de la intervención de Tauran ante los obispos -un discurso de nueve folios, repartido previamente a los periodistas-, el reelegido presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco, expresó su agradecimiento por la visita, recordó los encuentros que el jefe de la diplomacia vaticana había mantenido con los altos cargos del Gobierno español y dijo textualmente: 'Los frutos de la visita también los celebramos, aun sin conocerlos [en] su detalle y [en] sus perfiles concretos'.
Pareció evidente que el cauteloso cardenal de Madrid estaba en el secreto de lo acordado entre el Gobierno y la Santa Sede, pero no dijo ni una palabra más. Sí lo hizo, en cambio, Tauran al formular un 'sincero augurio', dijo, 'de que mi visita y las conversaciones que he mantenido estos días con las autoridades puedan contribuir a hacer cada vez más fecunda la colaboración existente entre la Iglesia y el Estado, y favorecer la rápida y satisfactoria solución de cuestiones abiertas'.
'Razonablemente tratada'
El PSOE replicó ayer a los obispos que la asignatura de religión católica está 'razonablemente tratada en el sistema educativo'. El cardenal Antonio María Rouco había reclamado el martes a los socialistas un cambio de criterio como condición ineludible para un consenso de todas las fuerzas políticas sobre una reforma que el líder de los prelados españoles quiere estable y duradera. El cardenal dijo también que las exigencias episcopales contaban ya con el apoyo del PP, PNV y CiU, aunque ayer estos dos últimos partidos lo negaron tajantemente. La secretaria de la Ejecutiva socialista en materia educativa, Carme Chachón, en declaraciones a Efe, había ironizado sobre esa unanimidad antes de afirmar que a su partido 'no le consta que exista un acuerdo global'. Por su parte, la ministra de Educación, Pilar del Castillo, reconoció que la reforma exigida por los obispos 'está planteada desde hace tiempo'. Pero es un tema que 'ahora mismo no lo estamos abordando', aseguró.
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