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Reportaje:

Las sutilezas del restaurador del paseo del Prado

El arquitecto Álvaro Siza ha pedido al alcalde poder controlar todos los detalles del proyecto, incluido el mobiliario urbano

Un espacio coherente y mimado en los detalles. Así le transmitieron los arquitectos Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández de León al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, del PP, que desean afrontar la remodelación del paseo del Prado para que retorne a él el ambiente ciudadano que tuvo en sus orígenes, cuando los coches eran carruajes tirados por caballos y el lugar un escenario para el encuentro y el paseo.

El arquitecto portugués Álvaro Siza se perfiló desde el primer momento como ganador del concurso municipal convocado en la búsqueda de ideas para remodelar una de las zonas más delicadas de la capital, declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad para preservarla de actuaciones irrespetuosas y cita obligada de los turistas que visitan Madrid para contemplar las obras maestras de la pintura en la pinacoteca del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

'No me incomodan las polémicas. Son una muestra de amor por la ciudad', afirma el alarife portugués

'Es un personaje que parece permanentemente abstraído, pero capaz de cambiar un espacio enorme con pequeñas actuaciones muy concretas. Si alguien puede remodelar el paseo del Prado, ése es Siza', apuntó uno de los miembros del jurado cuando se supo que el arquitecto portugués concurría al certamen. Era mayo de 2001. El pronóstico se confirmó el pasado 5 de febrero, cuando se desveló el fallo del jurado. La propuesta encabezada por Siza y Hernández de León, presidente del Círculo de Bellas Artes, se presentó a la segunda fase del certamen bajo el lema Trajineros, en recuerdo a la calle por la que discurrió el tranvía entre Atocha y Cibeles a partir de 1882 y hasta mediados del siglo XX.

A pesar de la evocación de ese transporte, el proyecto, en el que participa casi una veintena de profesionales coordinados por Carlos de Riaño, no aboga por recuperar el tranvía para reducir la presión del tráfico privado, sino por un gran aparcamiento subterráneo bajo la plaza de la Lealtad que acogería los autobuses turísticos que invaden la plaza de Neptuno. El espacio para la circulación de los coches se reduciría en dos carriles en el paseo del Prado. Para evitar los atascos, Trajineros quiere ampliar el actual túnel de Alfonso XII y unirlo con el que discurre bajo la glorieta de Carlos V. Una propuesta que, de llevarse a cabo, levantará polémica entre los vecinos de la zona.

Pero ese aspecto no preocupa a Siza (Matosiños, 1933), galardonado con el Nobel de arquitectura (el premio Pritzker) y autor de la recuperación del Chiado tras el incendio que asoló Lisboa en 1989. 'La polémica, en cierto punto, significa amor por la ciudad, sentido de la responsabilidad. Eso no me incomoda. El problema es cuando un partido no canaliza un proyecto por consideraciones políticas', afirma Siza Vieira.

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'Es hacer de la necesidad virtud. No se trata de hacer un túnel nuevo, sino de aprovechar mejor los que ya existen', apunta, por su parte, Hernández de León. El proyecto de Siza y Hernández de León propone prolongar el eje Recoletos-Prado hacia el paseo de las Delicias y la calle de la Reina Cristina con una serie de medidas sutiles que recabaron el apoyo unánime del jurado; pero esa sutileza podría perderse cuando se acometan las obras, y así se lo transmitieron al alcalde.

'Al ser una propuesta templada, de sutilezas, es importantísimo controlar el proyecto de urbanización al detalle: desde el bordillo de la acera al mobiliario urbano que se instale. Ahora mismo, entre la calle de Génova y la de Atocha hay seis tipos de pavimento y falta calidad en los bancos del paseo', subraya Hernández de León.

Además de presentar el proyecto al alcalde, Siza participó el pasado lunes en un acto en recuerdo de Javier Sáenz de Oíza (Navarra, 1918-Madrid, 2000) y demostró que, tal y como le describió el miembro del jurado, es la antítesis de los arquitectos estrellas tan al uso en los últimos años: ojeó absorto varios catálogos de arquitectura -entre ellos una obra sobre Antonio Palacios, el arquitecto de Madrid- cuando los periodistas intentaban recabar su opinión sobre aspectos puntuales; aludió al Libro del desasosiego, de Pessoa, al evocar a Sáenz de Oíza, y habló de 'la pena, la fatiga del arquitecto': 'Todos los arquitectos tienen en su currículum mayor número de proyectos que no se realizan que aquellos que llegan a ser realidad. Ésa es la pena del arquitecto', dijo. Su proyecto para el Centro Cultural de la Defensa en Madrid, por ejemplo, no llegó a ser realidad. Pero actualmente está rehabilitando la casa de la duquesa de Sueca, futura sede de la Concejalía de Servicios Sociales, en el barrio de Lavapiés.

Un ascensor en un 'collar de perlas'

Un ascensor para llegar rápido a la cima del cerrillo de San Blas, en la cara sur del parque del Retiro, desde donde dice el arquitecto Juan Miguel Hernández de León que 'se ve el mar'.

Ésa es una de la ideas del proyecto ganador que el equipo dirigido por Álvaro Siza Vieira y Juan Miguel Hernández de León plasmarán en el plan especial que tienen que redactar para llevar a cabo la reforma del paseo del Prado.

La primera reunión con los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo para empezar a trabajar en ese plan urbanístico se ha fijado la próxima semana.

El objetivo es que esté redactado antes de fin de año, para que su tramitación pueda realizarse antes de que cambie el gobierno municipal, tras las elecciones de mayo de 2003.

Siza rechaza que la idea del ascensor sea una mera trasposición del que ya existe para subir al Chiado lisboeta. 'Esa propuesta no la hice yo. La plantearon los miembros del equipo y me pareció bien. También hay ascensor en otras ciudades, como, por ejemplo, Roma. Es una solución que permite compaginar la zona peatonal con un medio de transporte para subir rápido a la cota más alta. También hay que facilitar los desplazamientos rápidos a los peatones, no sólo a los coches', explica Siza.

La recuperación del cerrillo de San Blas es una de las propuestas que más destaca el arquitecto luso del proyecto presentado al concurso que convocó el Ayuntamiento para recuperar el eje Prado-Recoletos. Un proyecto del que le cuesta entresacar una idea joya. 'No hay una joya, es un collar de perlas', apunta el coordinador del equipo, Carlos de Riaño.

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