Un enfermo mental se libra de la pena de muerte en EE UU
La UE y grupos de derechos habían pedido la conmutación de la pena capital
El Estado de Georgia decidió ayer finalmente conmutar la pena de muerte a un enfermo mental tras la polémica que despertó su próxima ejecución y que motivó incluso la actuación de la Unión Europea. Alexander Williams, de 33 años, sufría tal psicosis que a veces creía que la actriz norteamericana Sigourney Weaver era Dios. Hace 16 años, cuando todavía era un menor, violó y asesinó a una joven de su edad. Desde entonces había permanecido en el corredor de la muerte.
El caso de Williams es una excepción. En muy pocas ocasiones, incluso ante evidencias contundentes, se conmuta una pena capital en Estados Unidos. En este caso, el comité de revisión de condenas de Georgia cambió su condena a cadena perpetua.
Además de la UE, que se personó en el caso, organizaciones pro derechos civiles norteamericanas e incluso la ex primera dama Rosalynn Carter protestaron contra la sentencia de Williams con el argumento de que ejecutar a un enfermo mental violaba derechos humanos básicos.
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