La perforación del cráter de Chicxulub permitirá conocer el objeto que lo causó
La primera campaña de perforación para investigar el cráter de Chicxulub, creado por el impacto de un asteroide o cometa hace 65 millones de años, que empezó el pasado mes de diciembre cerca de la ciudad mexicana de Mérida, se encuentra ya muy avanzada. Los técnicos están obteniendo entre 35 y 40 metros diarios de muestras cilíndricas de 64 milímetros de diámetro y hasta seis metros de longitud del subsuelo, según algunos de los investigadores mexicanos y estadounidenses que participan en este proyecto internacional de investigación. Además de México y Estados Unidos también forman parte del proyecto Japón, Polonia, Canadá y China, con el patronazgo de la Unesco. Recientemente la perforación ha superado el kilómetro de profundidad.
El proyecto de perforación Chicxulub pretende llegar a 1,8 kilómetros de profundidad en un punto del inmenso cráter creado durante la transición del periodo cretácico al terciario, que se caracterizó por una de las extinciones en masa mayores de la historia, incluyendo la de los dinosaurios. Se sospecha que el impacto fue la causa de esta masiva extinción, que afectó al 70% de los animales y plantas existentes y pudo ser la oportunidad para abrir la puerta al desarrollo de los mamíferos.
El cráter tiene un diámetro de 180 kilómetros y en su mayor parte está sumergido frente a la península de Yucatán y cubierto por una gruesa capa (de hasta un kilómetro) de sedimentos. Su descubrimiento dio la solución para la hipótesis presentada en los años ochenta por el físico Luis Álvarez y su hijo Walter de que un gran impacto con consecuencias mundiales era la causa de la anomalía del iridio, el descubrimiento en varios lugares del mundo de una cantidad anormalmente alta de este elemento, mucho más abundante en los meteoritos que en la Tierra, justo en terrenos correspondientes a la época de la desaparición de los dinosaurios. La perforación pretende alcanzar la roca fracturada directamente por el impacto.
El proyecto actual está liderado por la Universidad Nacional Autónoma de México y su coste se eleva a 1,72 millones de euros. El objetivo es caracterizar el objeto que impactó y los detalles del catastrófico impacto.
'Los técnicos están trabajando 24 horas al días, siete horas a la semana, mucho más rápidamente de lo que jamás pensamos que fuera posible', ha dicho David A. Kring de la Universidad de Arizona. 'Además, estamos recuperando muestras completas, de gran calidad para recuperar la historia de lo que pasó'. Las miles de muestras obtenidas se clasifican y almacenan para su posterior análisis en los diferentes laboratorios adscritos al proyecto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.