Luis Manuel Ruiz mezcla música, intriga y manipulación genética en su última novela
La tercera novela de Luis Manuel Ruiz (Sevilla, 1973) rinde homenaje al genio de Johann Sebastian Bach a través de una intriga detectivesca: un joven musicólogo debe resolver la misteriosa desaparición del clavecinista Claudio Capri, el mejor intérprete de la Obertura Francesa de Bach, que presta su título al libro (publicado por Alfaguara).
Siguiendo el rastro de Capri con la ayuda de su antigua novia, el protagonista visitará Salzburgo, Berlín o la Selva Negra, en un periplo que le conduce a Cyryl Tumgsten, un empresario que ha creado un clon de Bach.
La música y la manipulación genética se entrelazan en esta obra en la que se propone una reflexión sobre las condiciones que propician la genialidad artística. 'No es una novela sobre música', aclara Luis Manuel Ruiz. 'He querido hacer un libro de misterio, que es lo que más les gusta a los lectores, con el que poder tratar otros asuntos'. Puestos a escoger genios, el autor sevillano desechó a Mozart: 'Es demasiado conocido, para mí y para los lectores. Se ha convertido en algo demasiado familiar. Casi un compañero de pupitre'.
La primera novela de Luis Manuel Ruiz, El criterio de las moscas, fue galardonada con el Premio Novela Corta de la Universidad de Sevilla. La segunda, Sólo una cosa no hay, consiguió el Premio Internacional en la Feria de Francfort de 2001, lo que supone su traducción y distribución en varios países europeos. Ambas obras han sido también publicadas en España por Alfaguara.
'Mis novelas', explica, 'consisten sobre todo en una serie de homenajes: por ejemplo, a Bach o a Jorge Luis Borges, de quien he tomado la idea de una trama policial. Orson Welles y películas de intriga como El tercer hombre o La dama de Shanghai también son referencias explícitas en este último libro'.
Irrealidad
Ruiz también ha querido escribir inspirándose en los libros de viajes, 'pero sin haber visitado los sitios de los que hablo. Tengo la manía de coleccionar mapas, fotografías y otra documentación que me han servido para las descripciones'. El autor no considera que esto suponga una carencia, sino que precisamente 'tenía la voluntad de dotar de irrealidad a la novela, como hizo con Los crímenes de la calle Morgue Edgar Allan Poe, que nunca estuvo en París'.
Otro eje de la novela son las nuevas posibilidades de la biotecnología: 'Estoy a favor de la clonación humana', aseguró Ruiz. 'Confío en la buena fe de una ciencia regulada por la ética. En cualquier caso, es cuestión de tiempo ver llegar todo esto. No descarto un futuro similar al de Blade Runner, la película de Ridley Scott'.
La novelista Clara Sánchez, que presentó ayer la novela en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, resaltó 'el lenguaje de Luis Manuel Ruiz, plástico y muy visual, lleno de imágenes y alusiones cinematográficas'.
El autor concluyó su intervención comentando que su principal objetivo ha sido mantener el misterio a lo largo de todo el libro: 'La máxima felicidad del escritor es que el lector deje encendida la luz hasta las tres o las cuatro de la madrugada', aseguró.
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