Una marroquí de 15 años denuncia a su madre por 'venderla' en matrimonio

La pesadilla de una alumna marroquí de 15 años de un instituto público en Almería llegó a su final el miércoles, día en el que la Delegación de Asuntos Sociales asumía su tutela. Esta menor denunció al mediador cultural de su centro educativo la inminente situación que se le venía encima: abandonar España para culminar su boda con un marroquí con el que su madre acordó el casamiento a cambio de 3.600 euros (600.000 pesetas). Aunque la madre niega los hechos, la Junta de Andalucía ha asumido el desamparo de la menor, que ha sido trasladada de centro por motivos de seguridad.

Los dispositivos de prevención que la Junta tiene establecidos para la detección de situaciones de riesgo han funcionado de manera 'óptima' en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de El Alquián, donde estaba matriculada la alumna, a juicio del delegado de Educación, Jorge Cara. La dirección del instituto en el que la alumna cursa con una adaptación 'brillante' sus estudios de Segundo de ESO puso en conocimiento de la fiscalía de menores la angustiosa situación que la menor planteó al mediador cultural del centro.

En cuestión de horas la Policía Local recibía las órdenes de poner a la niña a disposición de la Delegación de Asuntos Sociales para que ésta asumiera su tutela. Y es que la alumna ha vivido los meses 'más amargos de su vida' tras las vacaciones de verano en Marruecos, aprovechadas por su madre para 'apalabrar' su casamiento. El delegado de Asuntos Sociales, Luis López, describe cómo la adolescente recurría a una íntima amiga de su instituto para pedirle consejo. 'Ella no quería irse bajo ningún concepto a Marruecos. Le contó a la amiga que su madre le anunciaba constantemente el inminente viaje para su boda y la amiga le aconsejó que se lo dijera al director del instituto', explica López.

El delegado de Asuntos Sociales confirmó que la madre de la menor asumió, en un primer momento, todos los hechos como ciertos y que los justificó 'por razones de tipo cultural'. 'Sin embargo', continúa López, 'cuando vio que esas razones no nos convencían y que el asunto de su hija afectaba a sus derechos más fundamentales, la madre intentó evadir la cuestión e incluso dijo que era una broma entre ella y su hija'.

De momento, Educación y Asuntos Sociales se han coordinado para trasladar a la alumna hasta otro centro de enseñanza para evitar el riesgo de que pueda ser forzada a dejar el país. La menor asistirá al instituto cada día acompañada por una persona delegada por la Junta de Andalucía que también irá a recogerla. A la madre se le ha establecido un régimen de visitas para ver a su hija. 'Hablamos de un hecho que no tiene por qué tener un castigo penal. La resolución de desamparo y la asunción de la tutela es recurrible ante el juzgado. Es en ese ámbito donde habrá que ver si hay responsabilidades penales, porque ahora su padre y su madre soy yo', advertía el delegado Luis López.

El titular de Asuntos Sociales no minimizó el 'posible trauma' que puede generar en la menor el cambio repentino de centro escolar y de compañeros, si bien supeditó su bienestar emocional a la garantía de sus derechos como ser humano. 'Trataremos de que no pierda sus relaciones de amistad con las compañeras y que no sufra impacto alguno con el cambio', garantizó el delegado.

La alumna, que vivía en Almería junto a su madre de manera regular y acorde a la Ley de Extranjería, llevaba dos años matriculada en el IES El Alquián y repetía Segundo curso de ESO para adaptarse al sistema de estudios vigente en España. Fuentes cercanas a la estudiante aseguran que ésta, antes de poner en alerta de su problema a las autoridades competentes, 'meditó mucho' su situación. El director del instituto, José Oña, ha confirmado la angustia vivida por la alumna 'por tener que irse'. 'La primera persona a la que acudió fue a la orientadora del instituto. Ella, por su educación, no se relaciona con hombres y no acudió a mí de forma directa jamás', explica el director. Oña, que también imparte clases a la adolescente, ha sido testigo de la 'fuerte presión psicológica' sufrida por la alumna de manos de su madre, que había obtenido la dote desde hacía casi un año. 'Por lo visto, el matrimonio estaba apalabrado para el verano pasado pero ella consiguió darle largas a su madre, pidiéndole más tiempo. La situación se volvió insostenible cuando recibió el ultimátum de que el casamiento no pasaría más allá del próximo verano', aclara.

El caso de esta menor ni siquiera había trascendido -antes de conocerse a través de los medios de comunicación- a sus propios compañeros, que el jueves se preguntaban sorprendidos por los motivos de su ausencia. 'No hemos querido que esto se supiera más allá del ámbito del centro. Ni siquiera los profesores que le impartían clase estaban al corriente', concluye el director. Será el juez quien, en unos meses y tras un careo entre las partes, determine si la niña sigue en Almería con su madre o es trasladada a otro centro de la Junta en otra provincia.