Los reclutamientos forzosos, de inválidos y enfermos suplen la escasez de soldados

Las levas de reemplazo, que proporcionan al Ejército ruso un flujo anual de cerca de 350.000 hombres repartidos en dos tandas, son verdaderas cacerías humanas, que adquieren la forma de redadas en las residencias de estudiantes, visitas domiciliarias por sorpresa al amanecer y controles policiales en las salidas del metro. A filas se llama a analfabetos (46 de ellos en Moscú la pasada primavera) y a inválidos, como ha podido comprobar Aleksandr Grachov, un joven de Nóvgorod, al que un pelotón de soldados y policías estuvo a punto de llevar a la oficina de reclutamiento en silla de ruedas.

'La mayoría de los que fueron reclutados conmigo están enganchados a la droga'

'El suicidio es, con más de un 25%, la causa más frecuente de muertes violentas'

También se llevan a los drogadictos. Hace pocos días, Valentina, una empleada de correos, acudió a pedir consejo a la Unión de las Madres de Soldados de Moscú. Iba con su hijo Alexandr, al que los militares reclutaron hace dos meses tras ignorar los documentos médicos que acreditaban su paso por varias curas de desintoxicación. Alexandr dice haber comenzado a consumir heroína cuando era un colegial en una escuela del Ministerio del Interior.

'La mayoría de los que fueron reclutados conmigo están enganchados', afirma. Con un permiso, abandonó su guarnición, situada en la región de Moscú. Según dice, iba con el encargo de reunir dinero para que sus compañeros pudieran comprar droga.

Valentina no dejó que su hijo regresara al cuartel y esta vez encontró una actitud más receptiva entre los militares, aparentemente sensibilizados por la proliferación de escándalos sobre la leva que publica la prensa. Un oficial se ha personado en el domicilio de Valentina con los documentos necesarios para que Alexandr sea declarado no apto para el servicio militar.

También Vera y su hijo, Sasha, van camino de un compromiso. Sasha, reclutado hace dos meses, sufrió una novatada en una guarnición de la provincia de Kursk y tuvo que ser hospitalizado a causa de la paliza que le propinaron una veintena de veteranos. Vera se llevó a su hijo a Moscú y negocia ahora con un representante del Ministerio de Defensa. Si no presenta denuncia, dice, a lo mejor le dejan seguir la mili en unas oficinas moscovitas y luego lo destinan a una guarnición más tranquila.

Para evitar que los centros de reclutamiento se lleven a quien no deben, la Unión de Madres de Soldados organiza sesiones de asesoramiento para jóvenes en edad militar. En una de ellas, la instructora Vera Strashnova recomienda a los jóvenes que 'acudan a los centros de reclutamiento acompañados de sus madres' y 'tratar sólo por escrito con los militares, porque engañan constantemente'.

La Unión de Madres de Soldados instruye sobre las posibilidades legales de los soldados para declararse exentos, pero no sobre las formas de burlar la leva, operación que es factible por varios miles de dólares. El puesto de comisario militar, que es el funcionario a cargo del reclutamiento, es un trabajo muy cotizado.

Según el semanario Moskovs- ki Nóvosti, por el puesto de comisario de la región de Rostov sobre el Don, capital del distrito militar del Cáucaso del Norte, se pagaron 60.000 dólares. El asunto habría sido tratado por el jefe del Estado Mayor, Anatoli Kvashnin, en un reciente viaje a este distrito, del cual depende la república secesionista de Chechenia.

En la sede de la Unión de Madres de Soldados, en el centro de Moscú, se reúnen los testigos de la arbitrariedad. En el despacho reservado a la Fundación del Derecho de la Madre se ayuda a las familias de soldados fallecidos de forma violenta (no en acciones de combate), una cifra que, según la Unión de Madres de Soldados, es superior a las 3.000 muertes anuales.

'El suicidio es, con un porcentaje de más de un 25%, la causa más frecuente de las muertes violentas, y le siguen los homicidios, con un 8,9%', afirma Valeria Pantiujina. En el año 2001, la Fundación el Derecho de la Madre ha recibido 6.500 peticiones de ayuda y ha entablado 67 procesos. Entre otros temas, se ocupan de las confusiones del Ministerio de Defensa a la hora de enviar los ataúdes procedentes de Chechenia a los familiares del soldado muerto.