Praga inaugura un museo con una retrospectiva dedicada a Gerardo Rueda

En la isla de Kampa, en pleno corazón histórico de Praga, se ha inaugurado un nuevo centro de arte contemporáneo, el Museo Kampa, con una gran retrospectiva dedicada al pintor español Gerardo Rueda. Dibujos, paisajes cubistas, esculturas y, en menor medida, collages (en total 80 obras) muestran la sensible evolución del pintor desde 1941 hasta el año de su muerte, de un infarto cerebral, en 1996.

Definido por Tomás Llorens, comisario de la exposición, como 'artista secreto', Rueda está considerado como uno de los pintores más sobresalientes del arte español de la segunda mitad del siglo XX. Empezó a pintar tarde, cumplidos los 30. Pero cuando emergió lo hizo de forma radical. Sus primeras obras eran prácticamente monocromas y estaban dominadas por unos colores extremos, 'al límite'. En esa época pintó el paisaje urbano del Madrid de los años cincuenta. Después de su 'periodo de bastidores' desembocaría en esculturas de madera y piezas realizadas con objetos encontrados. Este proceso culminaría en su último trabajo, El gran relieve (1995-1996), presente en la exposición, donde incorpora chapas metálicas y elementos de deshecho industriales. La inclinación de Rueda por los materiales humildes sería una de sus constantes.

Esta evolución es el núcleo de la exposición Gerardo Rueda.Retrospectiva (1941-1996), que se exhibe en el Museo Kampa hasta el 31 de marzo. Las obras proceden de museos y colecciones públicas y privadas. Antes estuvo en el Museo Reina Sofia y después de Praga viajará al Museo de Bellas Artes de Budapest y a las nuevas salas del Palais Harrach de Viena.

Rueda fue uno de los fundadores del Museo Abstracto de Cuenca, un hito en la España de los años sesenta. Su primera exposición tuvo lugar en 1949 en un sitio muy significativo, la galería de la Revista de Occidente de Madrid. La última, en el IVAM, que le dedicó una antológica el mismo año de su muerte.