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Tribuna:¿Era necesario un cambio en el Gobierno?
Tribuna
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Un Ejecutivo que funciona

La celeridad con la que se han resuelto los cambios en las consejerías asignadas a los socios minoritarios del Gobierno de Andalucía es una evidencia elocuente de la buena salud que gozan las relaciones entre PSOE y PA en el ámbito autonómico. Esta premura ha sido la expresión más clara de que frente a cualquier otro argumento se ha perseguido la estabilidad del Gobierno y de la gestión de los importantes proyectos que están en marcha. No ha habido vacíos, no ha habido vacantes, no ha habido parálisis. Eso es lo importante para la ciudadanía andaluza.

Los cambios producidos en las filas andalucistas no pueden dramatizarse, pues son fruto de sus debates internos y no tienen la menor repercusión en el día a día de la gobernación de nuestra tierra. Lo que ocurra de puertas adentro del PA no es una cuestión que nos incumba mientras que no se resienta la gestión en la Junta.

Lo que ocurra en el PA no nos incumbe mientras que no se resienta la gestión en la Junta
No comparto algunos aspectos de estilo en las decisiones del PA en el cambio de consejerías

Comprendo que el Partido Popular y los demás grupos de la oposición intenten convertir este caso en una especie de crisis o de problema de extraordinaria envergadura. Debe ser desesperante para la oposición estrellarse una y otra vez contra un pacto firme y sólido que ha salvado a nuestra tierra de aquel lamentable espectáculo de la legislatura de la pinza, en la que el protagonista absoluto era un Javier Arenas empeñado en arrastrar a Andalucía por la zozobra, la parálisis y la inestabilidad. Aquella situación está presente no sólo en la memoria del PSOE de Andalucía, sino de toda la sociedad andaluza.

Le guste o no le guste al PP, el Gobierno de Manuel Chaves funciona como un reloj: seis de cada diez andaluces apoyan la gestión de la Junta, una porción similar considera satisfactoria la labor de Manuel Chaves, el 90% de los ciudadanos otorgan una elevada nota. Y es que posiblemente al ciudadano le interesa mucho más la importante reducción de las listas de espera, la puesta en marcha del centro andaluz de emprendedores, el impulso de las nuevas tecnologías (Andalucía es hoy la segunda comunidad en usuarios de Internet, por ejemplo), la mejora de financiación de nuestras universidades, el acuerdo de concertación social con empresarios y sindicatos, el desarrollo del transporte en las áreas metropolitanas de las grandes ciudades, el incremento de las pensiones que gestiona la Junta, el crecimiento del número de plazas en residencias para la tercera edad, la aprobación del segundo plan contra la violencia doméstica...

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A vuelapluma éstas serían algunas de las medidas concretas de gestión, pero podríamos seguir enumerando casi hasta el infinito y el resultado sería el mismo: la sociedad andaluza se siente identificada con un Gobierno andaluz que los defiende eficazmente y da respuestas a sus necesidades. Hay una cuestión mucho más importante que trasciende la propia gestión: el liderazgo político y social que ejercen Manuel Chaves y la Junta, y la defensa a ultranza y sin complejos de los intereses generales de nuestra tierra.

Sinceramente, no comparto algunos aspectos de estilo en las decisiones que ha tomado el PA en este cambio de consejerías, pero son tan insignificantes frente al interés general de Andalucía que su análisis está condenado a convertirse en un debate de salón muy alejado de las verdaderas preocupaciones de la ciudadanía.

Eso es lo que cuenta para el PSOE, un partido que aspira a seguir recibiendo de los andaluces y andaluzas la confianza mayoritaria para seguir impulsando el progreso de esta tierra. Ningún asunto menor o de estas características va a distraer nuestra atención ni va a desviar un ápice la enorme responsabilidad que tenemos al frente de una institución tan importante como es la Junta de Andalucía. Lo contrario sería caer en la trampa de quiénes prefieren siempre el río revuelto, de quiénes se sienten cómodos en el lodazal de la política crispada, de quiénes persiguen que todo vaya mal, de quiénes sueñan con que alguna mañana, no ya un cambio en el gobierno, sino un simple resfriado parlamentario les haga rememorar aquellos añorados tiempos del gobierno socialista en minoría y la irresponsabilidad de una oposición que antepuso sus intereses partidarios al interés general de Andalucía.

María del Mar Moreno es vicesecretaria general del PSOE de Andalucía.

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