El PP cambia a la mitad de los presidentes de las agrupaciones locales de la capital

Las elecciones internas del PP a presidentes de las agrupaciones de los 21 distritos de la capital, celebradas a lo largo de un año, han desembocado en una minirrevolución de cargos populares: 10 distritos han elegido nuevo presidente. El PP, sin embargo, mantiene en su puesto de concejal de Galapagar a Eugenio de Pablo, condenado por la Audiencia por un delito de prevaricación. El secretario general del PP en Madrid, Ricardo Romero de Tejada, ordenó en julio a De Pablo que abandonara el cargo. Pero el edil y ex alcalde sigue en su puesto, y el PSOE se pregunta por qué.

Entre los 10 presidentes de agrupaciones locales que han abandonado su cargo se cuentan nombres relevantes del PP madrileño. Uno de ellos es el de María Antonia Suárez, hasta ahora presidenta de la agrupación de Tetuán, actual concejal de Promoción de la Igualdad en el Ayuntamiento de Madrid y presidenta del Imefe (Instituto Municipal para el Empleo y la Formación Profesional). Precisamente en esta institución es donde Suárez ha recibido las mayores críticas de la oposición, debido a las irregularidades producidas en los cursos impartidos. En el cargo del PP será sustituida por la también edil Beatriz Elorriaga.

El PP ha cambiado, además, a su presidente de Moratalaz, el diputado Manuel Troitiño, por Ignacio Pezuela. Otro histórico del PP, Luis Molina, ex concejal de Limpieza, deja de ocupar la presidencia de la agrupación de Moncloa y será reemplazado por Álvaro Ballarín, ex gerente del Palacio de Deportes. Los otros distritos donde el presidente ha sido sustituido son Retiro, Villaverde, Villa de Vallecas, Hortaleza, Chamberí, Usera y San Blas. 'Lo que intenta el PP es cambiar los rostros, renovar la gente', señaló un portavoz del PP de Madrid.

Denuncia del PSOE

El PSOE denuncia que, sin embargo, el PP deja en su puesto a concejales cuestionados. Es el caso del concejal de Galapagar Eugenio de Pablo, alcalde entre 1995 y 1999 y condenado por la Audiencia Provincial a ocho años de inhabilitación para cargo público por un delito de prevaricación (dictar resoluciones injustas a sabiendas) cometido entre 1988 y 1989, cuando era primer teniente de alcalde.

En julio pasado, el secretario general del PP, Ricardo Romero de Tejada, siguiendo instrucciones del presidente regional del partido, Pío García Escudero, exigió al edil que dimitiera por una cuestión 'ética'. De Pablo había autorizado la construcción de dos urbanizaciones (Navasierra y Navaparque), contraviniendo las normas urbanísticas. El alcalde de Galapagar, Manuel Cabrera, del PSOE, criticó ayer que este edil 'ni se va ni tiene pensado irse'. 'El PP siempre ha esgrimido que si hay condena, el político condenado debe abandonar su cargo. Pero eso no pasa en Galapagar', añadió.

En la página web del PP de Madrid aparece una fotografía de De Pablo y un texto que reza así: 'Pasó por varios purgatorios mientras ejerció la alcaldía de Galapagar, al encontrarse el Ayuntamiento en un lamentable estado tras la etapa socialista, pero su serenidad y su trabajo constante le permitió solventar las carencias más significativas del Ayuntamiento'.

Galapagar no es el único lugar tormentoso para el PP. Chinchón celebró ayer elecciones para su comité ejecutivo, del que saldrán las listas del PP que competirán en las próximas elecciones municipales. Un grupo de militantes intentó presentar una lista alternativa a la de la actual alcaldesa, Ana María Magallares, también condenada a ocho años de inhabilitación por negarse en 1998 a convocar una comisión que investigara los presupuestos municipales. Este grupo de militantes, encabezados por Juan de Dios Apolo, ha impugnado la votación, ya que considera que se les ha impedido presentar su propia lista. 'Los seguidores de la alcaldesa y la alcaldesa misma nos han impedido tener acceso a la lista de militantes para no poder hacer campaña. Nos presentaron una de 1980 en la que aparecían personas muertas', aseguraron.

Un portavoz del PP de Madrid calificó la reacción de este grupo de 'pataleta por no haber sabido presentar su candidatura como es debido'.