De Sica contrató como figurantes a 300 fugitivos para salvarles de los nazis

Vittorio de Sica (1901-1974), uno de los más emblemáticos actores y directores del cine italiano en la época dorada del neorrealismo, conocido por su bondad natural y su escaso apego a las ideologías, fue capaz, no obstante, de pequeños gestos de heroísmo. En 1943 evitó la deportación de unos 300 fugitivos de Roma al acomodarles como extras de una película completamente anómala en su carrera cinematográfica, La puerta del cielo.

El filme, financiado por el Vaticano, estaba dedicado a demostrar las virtudes milagreras del santuario de Loreto.

La historia de este extraño rodaje, que debía durar una semana y se prolongó por espacio de seis meses, la cuenta Christian de Sica, 51 años, hijo del 'gran Vittorio' y de la actriz española María Mercader, en una nueva película que se rodará estos días en la Ciudad Eterna. 'No pretendo hacer un remake, sino contar con un poco de detalle cómo era mi padre', ha explicado De Sica júnior.

Todo comenzó una tarde, en 1943, cuando Vittorio de Sica fue llamado con urgencia por el ministro fascista de Cultura. En su despacho, el director se encontró un emisario de Goebbels (los nazis habían tomado el control directo del país, mientras las tropas aliadas avanzaban por el sur) con un mensaje concreto: debía ir a Venecia para montar los nuevos estudios cinematográficos del régimen nazifascista, unos estudios de cine dedicados a filmar historias acordes con la naciente República de Saló. Horrorizado, De Sica argumentó que no podía moverse porque estaba trabajando en un filme para el Vaticano. En realidad, la película existía y en ella intervenía María Mercader como actriz.

Vittorio de Sica consiguió hacerse cargo de la dirección y así se filmó La puerta del cielo, estrenada en 1945 con discreto éxito, filme que no llegaría a figurar entre las más destacadas de su filmografía. Fue una de las obras menores de Vittorio de Sica, uno de los más destacados exponentes del neorrealismo italiano, ganador de tres oscars de Hollywood y autor de filmes como El ladrón de bicicletas.

El realizador contrató y amparó a los fugitivos, entre los que se encontraban judíos, homosexuales y opositores políticos, y de esta manera pudieron ocultarse hasta la liberación de la capital italiana por las tropas aliadas en 1944.

El protagonista del nuevo largometraje será Christian de Sica, quien se ha declarado feliz de poder dar a conocer a las nuevas generaciones 'un episodio olvidado de la historia de nuestro país'.

El episodio de De Sica, coincide con una verdadera moda de recuperación de casos de italianos salvadores de judíos. Exactos o exagerados, lo cierto es que la historia de varios de estos personajes ha sido repescada ahora por el cine o la televisión. Hace unas semanas, por ejemplo, fue la biografía de Giorgio Perlasca, un fascista convencido pero conmovido por el drama de los judíos en Hungría, donde se encontraba por motivos de trabajo. Logró salvar a miles en 1944.

La comunidad judía en Italia sufrió también las persecuciones nazis, a partir de las leyes raciales aprobadas por Mussolini en 1938. Se calcula que unos 8.000 judíos italianos murieron en los campos de concentración.