Sharon anuncia la creación de zonas de seguridad para separar a israelíes y palestinos

Israel construirá franjas de seguridad entre los territorios israelíes y palestinos, en un intento de proteger a los ciudadanos del país y como primer paso para establecer la separación física de las dos comunidades. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, reveló este proyecto en un mensaje radiotelevisado con el que intentó tranquilizar a la población, que se encuentra conmocionada por una oleda de violencia sin precedentes que se inició hace un mes. Pocas horas antes, Yasir Arafat había anunciado la detención de tres responsables del asesinato del ministro de Turismo Rehavam Zeei, en octubre.

'Para aumentar la seguridad de los ciudadanos de Israel y con el objetivo de conseguir una separación de seguridad hemos decidido establecer franjas de seguridad inmediatamente', anunció ayer solemnemente el primer ministro de Israel en su segundo mensaje radiotelevisado dirigido a la nación en poco menos de tres meses. Sharon pronunciaba su discurso en un momento especialmente difícil para Israel, mientras arrecian las dudas y críticas sobre su política, sus decisiones militares y, ante todo, sobre su incapacidad para acabar con la Intifada.

Sharon no quiso dar detalles sobre esta gigantesca obra de ingeniería, que cuenta con el visto bueno de los servicios de seguridad interior (Shin Beth) y que sin duda será una nueva fuente de problemas y conflictos con los palestinos. No detalló en qué zonas serán levantadas. Ni siquiera explicó qué pasará con los asentamientos. Sólo afirmó de forma tajante que 'servirá para proteger la vida de todos los ciudadanos de Israel' y evitará las acciones terroristas.

Pero, al margen de las decisiones bélicas y militares, Sharon habló también de paz. En términos más o menos vagos, explicó su plan político, con el que intenta, en primer lugar, establecer un alto el fuego, imponiendo al mismo tiempo la desmilitarización de las zonas palestinas, para a continuación abrir una negociación con los palestinos.

Será en esta fase donde se determinarán las fronteras definitivas y se hará lo que él llamó 'concesiones dolorosas'. Pero, al tocar este punto de su discurso, Sharon insistió una vez más en su conocido principio: 'Las negociaciones sobre los acuerdos políticos pueden sólo tomarse después de un completo alto el fuego'. En este capítulo tampoco hubo ni una sola mención, para bien o para mal, sobre Yasir Arafat.

'Éste no es el momento de hablar de desastre, es el momento para estar firmes, unidos y ayudar en lo que se pueda. Es el momento para demostrar la unidad, que es una de las características centrales del pueblo judío', exclamó Sharon en su discurso, criticando así a la oposición, la izquierda y los movimientos pacifistas, que desde hace semanas le están hostigando desde la calle.

Las palabras de Sharon, acogidas con fuertes críticas desde el bando palestino, eran difundidas pocas horas después de que el presidente Yasir Arafat, desde Ramala, anunciara la detención de los tres responsables directos del asesinato del ministro de Turismo Rehaam Zeevi, el pasado mes de octubre en un hotel de Jerusalén.

Con estas tres detenciones y la detención anterior del secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina, responsable del atentado, Arafat habría cumplido en principio los requisitos exigidos por el Gobierno de Ariel Sharon para levantarle el arresto en que se encuentra desde hace tres meses.

27 muertos en 24 horas

Pero ni el discurso de Ariel Sharon ni el gesto de Yasir Arafat han servido para cambiar la situación en el frente. Ayer, tercer día de represalias israelíes, los aviones, los helicópteros y los carros de combate continuaron disparando sobre las poblaciones de Gaza y Cisjordania. El número de muertos en los últimos días se elevó ayer a 27. Las operaciones proseguían incesantes a última hora de la noche en Hebrón y especialmente en Gaza, donde el día anterior fue abatido un jefe del ejército secreto de Hamás. Los integristas han prometido venganza.