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Reportaje:RAÍCES

Los trabajos forzosos de los vencidos

Un ciclo recuerda a los presos políticos que construyeron el Canal del Bajo Guadalquivir

Un ciclo de conferencias, exposiciones, mesas redondas y proyecciones recuerda desde ayer en Sevilla uno de los episodios más sórdidos del franquismo: el uso de presos políticos en la construcción de infraestructuras. Los vencidos en la guerra civil se convirtieron en trabajadores forzados en la construcción del Canal de Riego del Bajo Guadalquivir.

La construcción del Canal del Bajo Guadalquivir es uno de esos episodios que muestran el encono con los vencidos del régimen de Franco. Tras la guerra civil decenas de miles de combatientes republicanos fueron conducidos a campos de concentración. Muchas de estas personas fueron obligadas a trabajar en obras públicas y privadas. La construcción del Canal de Riego del Bajo Guadalquivir entre 1940 y 1962 se cobró en Sevilla los esfuerzos de muchos vencidos. Un ciclo de conferencias titulado Los presos del canal 1940-1962 rinde tributo a quienes construyeron esta infraestructura.

El ciclo, que se inició ayer en la Sala Juan de Mairena de Sevilla, ha sido organizado por la Universidad Pablo de Olavide, el sindicato CGT y la Fundación El Monte. El ciclo, que incluye exposiciones, conferencias, mesas redondas y proyecciones, se cerrará el próximo sábado con un homenaje a los presos políticos del franquismo en el paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide. Historiadores, expertos y antiguos presos intervienen en el ciclo.

Antonio Miguel Bernal, historiador y coordinador del ciclo, recuerda que sobre este asunto 'quizá' se haya corrido 'un tupido velo de silencio por lo sórdida y prolongada que fuera su pervivencia en el tiempo'. 'La España de Franco, al igual que sucediera en otros regímenes totalitarios de la época, estableció para los represaliados por la dictadura campos de concentración, de trabajo e, incluso, de exterminio, a donde fueron a parar decenas de miles de españoles que como trabajadores forzados -cuando no eran eliminados físicamente en postreras represalias- intervinieron durante años en obras de carácter público y privado', explica Bernal en el programa del ciclo.

'Algunos de los campos de concentración dieron origen al surgimiento de poblados, como los de Bellavista, Merinales, Palmar de Troya, formados por los familiares de los presos que trabajaron en el canal', agrega el historiador. Bernal insiste en que el ciclo no sólo busca 'recuperar la memoria histórica, sino también poner de manifiesto la ausencia de una justicia compensatoria, al cabo de tantos años, para quienes lograron sobrevivir hasta el presente y que, con su trabajo, generaron una riqueza social que quedará en beneficio del Estado y usufructuada por propietarios privados'.

Los proyectos para transformar en regadío las marismas del Bajo Guadalquivir se remontan a los comienzos del siglo XIX. Esta formidable operación hidráulica dio origen a un rosario de conflictos al ser afectados numerosos intereses por la derivación de aguas del Guadalquivir. La planificación y ejecución del proyecto fue larga. No fue la única obra llevada a cabo por presos políticos en Andalucía, pero sí la más significativa, al menos en las comarcas occidentales.

La construcción del canal fue un episodio más de la represión de los vencedores de la guerra civil. Rafael Torres en su libro Los esclavos de Franco explica los motivos de este ensañamiento con los derrotados: 'La organización de este régimen de esclavitud obedeció a dos razones fundamentales: la recuperación de la mano de obra vacante por encarcelada y el ajuste de cuentas con la clase trabajadora, abrumadoramente adscrita a la República o a las ideologías emancipadoras'.

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