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El juicio contra la antigua papelera de Durango sigue pendiente a doce años del vertido

Más de diez años después de producirse los vertidos tóxicos y las primeras denuncias, todavía no se ha convocado el juicio por delito ecológico contra cuatro directivos de la antigua papelera Celulosas del Nervión de Durango por presunto delito ecológico.

Las diligencias, iniciadas en 1990, están pendientes de que la fiscalía formule la acusación. La querella fue presentada por las instituciones vizcaínas y los ecologistas tras una sucesión de vertidos tóxicos en el río Ibaizabal durante 1990 y 1991.

Los imputados por presunto delito ecológico son José Nieto, entonces director general de la planta; Luis María Elorriaga, adjunto al director general; José Ramón Badia, director de fábrica y José Manuel Quintano, director financiero. Todos ellos ya no están en la dirección de la papelera, cuya propiedad pasó a manos de Smurfit, empresa irlandesa que es líder mundial en el embalaje de papel. La denuncia se presentó por los continuados desastres ecológicos en el Ibaizabal debido a la actividad de Celulosas del Nervión, que inauguró la planta en 1957.

La situación de la planta -entonces ubicada en Durango, ya que Iurreta se desanexionó posteriormente- se fue deteriorando a partir de 1988, cuando se inauguró una depuradora justo al lado de la papelera con el fin de favorecer el reciclaje de sus aguas. Sin embargo, aduciendo costes económicos, la empresa propietaria entonces de la planta (la firma francesa Saint Gobain) no se conectó a la depuradora y en el verano de 1990 y durante 1991 se produjeron hasta cinco vertidos tóxicos importantes.

Otra papelera de la comarca llegó a presentar una denuncia contra Celulosas, al no poder utilizar el agua contaminada del Ibaizabal para su funcionamiento. El grupo ecologista Eki formuló en 1991 una querella por delito ecológico contra los cuatro directivos, al igual que la Diputación y los ayuntamientos de la zona, que la tramitaron a través del ahora desparecido Consorcio de Aguas del Duranguesado. Las diligencias judiciales quedaron paralizadas en los siguientes años, a lo que ayudó el hecho de que, en 1997, la fábrica cambió de propietarios. Según fuentes judiciales, hace dos años el Consorcio de Aguas del Duranguesado, ya en vía de desaparición, retiró su querella. En marzo pasado, la defensa de los imputados solicitó el archivo de las diligencias, a lo que se negaron los ecologistas, que solicitaron al Juzgado de Instrucción número 3 de Durango la continuación de las diligencias.

El caso está aún pendiente del escrito de acusación del fiscal, a lo que seguirían las formulación de los querellantes y de la defensa de los cuatro ex directivos, antes de la fijación de la vista oral. 'Lo último que sabemos es un escrito de marzo de 2001, en el que la defensa pide el archivo y al que nosotros replicamos que continuará el proceso', ha afirmado un portavoz de los ecologistas. Por su parte, la multinacional francesa Saint Gobain, anterior propietaria de Celulosas del Nervión, asegura desconocer la situación de este sumario, según ha señalado un portavoz oficial de la empresa francesa.

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Los ecologistas reconocen los avances medioambientales en el río desde que la planta fue adquirida por Smurfit. Sin embargo, una avería en la planta, ocurrida en noviembre pasado, causó la muerte de miles de peces, por lo que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno ha pedido una multa de entre 6.000 y 30.000 euros. Smurfit ha invertido en la depuradora de Iurreta más de 15 millones de euros desde 1997.

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