La lista continuista al Colegio de Médicos basa en la gestión su oferta electoral

La experiencia, la gestión y la confianza que le otorgan ocho años al frente del Colegio de Médicos de Barcelona constituyen la principal baza del candidato a la reelección en las votaciones de mañana a la presidencia de la entidad, Miquel Bruguera. Además de jugar con estas cartas a su favor, Bruguera pretende hacer frente al atractivo de la renovación encabezada por Antoni Surós intentando arañar los votos de los médicos insatisfechos por 'las precarias condiciones laborales'.

Bruguera promete hacer público el número de médicos contratados a precario que existen en cada uno de los hospitales, de los ambulatorios de atención primaria y de los centros sociosanitarios de la provincia de Barcelona. 'En todos los centros, públicos o no, se hacen contratos para un solo día o para una o varias semanas. Vamos a denunciar esta situación y reclamaremos condiciones laborales dignas conjuntamente con las organizaciones sindicales de médicos', asegura Bruguera.

Bruguera, que se medirá mañana con su contrincante Antoni Surós en unas elecciones a las que están convocados los 22.000 socios del Colegio de Médicos de Barcelona, se muestra convencido de que la mayor preocupación que acecha al colectivo médico es la 'sobrecarga de trabajo, con guardias que incluso exceden de las permitidas por la ley', los bajos salarios -'los peores de la UE', asegura-, y la sensación que tienen los profesionales 'de haber perdido el control de su trabajo y de haberse convertido en meros asalariados'. 'Todo ello favorece la aparición del síndrome del desgaste profesional, que queremos combatir', asegura Bruguera.

Militante histórico de CDC, Miquel Bruguera asegura que su declarada tendencia política no le ha restado capacidad de crítica o de reivindicación frente al Departamento de Sanidad. 'No he tomado postura en ningún tema que pudiera haberse politizado', agrega. De las críticas que ha recibido de su gestión por parte de su contrincante Antoni Surós, la que más le ha dolido es la de falta de transparencia y bunkerización del Colegio de Médicos. 'La institución está abierta a todo el mundo y a todos los colegiados, no sólo a una minoría elitista, y pueden disfrutar de los servicios que ofrece el colegio', afirma.

Con una candidatura en la que sólo un tercio de los miembros son caras nuevas, Bruguera reivindica el peso de la experiencia para gestionar los 510 millones de euros (85.000 millones de pesetas) que mueven las empresas en que participa el colegio (aseguradoras, inmobiliarias, consultoras fiscales y laborales, entre otras). 'Estos servicios mueven mucho dinero y exigen una gestión impecable que no puede dejarse en manos de personas que desconocen su funcionamiento', advierte.

Entre sus propuestas para el que sería su tercer mandato si es reelegido, Bruguera mantiene su voluntad de unificar los cuatro colegios de médicos de Cataluña para 'tener más fuerza negociadora'. 'Voluntad por parte de los distintos colegios territoriales no falta, pero hay que estudiar el procedimiento para hacerlo', explica. Otra de las promesas de Bruguera se dirige a un colectivo que tiene cada vez más presencia en la profesión, especialmente entre las generaciones jóvenes: el de las mujeres. El candidato afirma que velará por las necesidades específicas del colectivo y para que no se produzcan discriminaciones por razón de sexo en el ámbito profesional. Ninguna de las seis mujeres de la candidatura optan a formar parte de la junta, sino que se presentan como vocales. 'La mayor presencia de mujeres en la profesión se da en las generaciones que todavía se están formando y prefieren dedicar más tiempo a esta tarea que a gestionar el Colegio de Médicos', justifica Bruguera.

El proceso electoral se llevará a cabo entre las nueve y las ocho de la tarde en la sede del Colegio de Médicos de Barcelona. Los colegiados deberán votar a los miembros de la junta de gobierno y, en otra urna, a los 300 compromisarios que presenta cada candidatura. Los resultados de las votaciones se esperan para pasada la medianoche.