Cheney dice que EE UU tendrá apoyo internacional frente a Irak
EE UU seguirá adelante con su campaña contra Sadam Husein, pese a las críticas de sus aliados. El vicepresidente Dick Cheney habló el jueves ante el Consejo de Relaciones Exteriores para reafirmar que Washington quería acabar con el régimen iraquí y para indicar que la Casa Blanca no se dejaría influir por las opiniones europeas, japonesas, rusas o canadienses. A la hora de la verdad, dijo, los aliados seguirían a George W. Bush: 'Creo que si se requiere una acción agresiva, puedo anticipar que recibirá el apoyo apropiado, tanto por parte del pueblo estadounidense como por parte de la comunidad internacional'.
Cheney se mostró convencido de que la coalición antiterrorista se mantendría en pie, por la fuerza de EE UU. 'Tenemos amigos y aliados en esta causa, pero sólo nosotros podemos dirigirla. Sólo nosotros podemos unir al mundo en una tarea tan compleja. Sólo EE UU puede llevar este esfuerzo hasta la victoria', declaró.
El vicepresidente, que en marzo realizará una gira por los países vecinos de Irak para preparar un probable enfrentamiento con Sadam, señaló que la máxima prioridad para la Casa Blanca consistía ahora en poner fin 'al desarrollo de armas de destrucción masiva' en los tres países que Bush calificó de 'eje del mal': Irak, Irán y Corea del Norte. E intentó vincular esa prioridad con la campaña antiterrorista iniciada tras el 11 de septiembre. Aseguró que Sadam se había 'relacionado claramente con terroristas' y puso como ejemplo el hecho de que Abu Nidal había establecido su base en Bagdad 'durante largo tiempo'. No hay indicios, sin embargo, de que Abu Nidal, jefe de una facción palestina, haya participado en atentados contra objetivos occidentales en la última década.
Gira por Asia de Bush
Cheney lanzó una dura andanada contra el Gobierno de Irán, al que acusó de 'intentar destruir el proceso de paz entre israelíes y palestinos', de apoyar al terrorismo y de buscar armas de destrucción masiva, y comentó que su punto de vista había cambiado desde que, un año atrás, se mostró partidario de reconstruir las relaciones con Teherán.
Corea del Norte, el tercer miembro del supuesto eje del mal, centrará gran parte de las actividades de Bush en la gira asiática que inició ayer para visitar China, Japón y Corea del Sur. El Gobierno surcoreano, que trabaja desde hace tiempo en la aproximación con Corea del Norte, se indignó por la inclusión de sus vecinos en el llamado eje del mal. Antes de emprender viaje, Bush trató de conciliar los intereses de Seúl con su propia intransigencia. 'La gente del sur está acercándose al norte con un espíritu de amistad y reconciliación, y yo apoyo ese esfuerzo', dijo en su alocución radiofónica de los sábados. 'Pero recuerdo al mundo que EE UU no permitirá que Corea del Norte y otros regímenes similares amenacen la libertad con armas de destrucción masiva', añadió.
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