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Una secretaria revela que Giménez-Reyna visitó al menos siete veces a Camacho

La juez imputa a la contable de la agencia

El ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna visitaba 'con cierta frecuencia' al propietario de Gescartera, Antonio Camacho, según afirmó ayer, ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, Begoña Alandi, que fue secretaria de Camacho entre 1993 y el verano de 2000. Estas afirmaciones contradicen la versión facilitada por Giménez-Reyna, tanto en la Comisión de Investigación del Congreso como ante el juzgado, según la cual sólo vio a Camacho en cuatro ocasiones, en dos comidas con Pilar Valiente, en una boda y en la venta de Sefisur.

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Alandi, que declaró en calidad de testigo, explicó que Giménez-Reyna acudió la sede de Gescartera en 'seis o siete ocasiones' a visitar a Camacho, incluso durante la etapa en que el primero era director general de Tributos. Agregó que ambos se reunían con cierta frecuencia para comer y que, a diferencia de otras citas, las comidas con Enrique Giménez-Reyna 'nunca se suspendían'.

La secretaria de Camacho precisó que la visitas y comidas podían precisarse, puesto que están apuntadas en la agenda que ella llevaba y que actualmente está en poder de la policía para su estudio.

Begoña Alandi indicó tambien que el flujo de llamadas telefónicas entre Enrique Giménez-Reyna y Camacho era constante y prueba de ello es que ella conocía a las dos secretarias que el primero tenía durante su etapa de director general de Tributos.

La secretaria de Camacho afirmó igualmente que éste tenía gran amistad con varios directivos del Hong Kong and Shangai Banking Corporation (HSBC) y también con los de aquellas sucursales bancarias en los que la agencia de valores tenía cuentas abiertas. Según la declaración de Alandi, Camacho realizó frecuentes viajes a Londres, Miami, Ginebra o Nueva York.

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Giménez-Reyna, en su declaración de octubre de 2001, negó inicialmente que hubiera hablado de negocios con Antonio Camacho, aunque luego reconoció que en agosto de 1995 negociaron la venta de Sefisur, un chiringuito financiero del que el ex secretario de Estado fue consejero y accionista y que tuvo que cerrar.

En esa declaración, Enrique Giménez-Reyna aseguró que no era amigo de Camacho, y durante toda la comparecencia estuvo poniendo distancia sobre la relación entre ambos, aunque llegó a reconocer que tuvo algún contacto con él a través de su hermana, Pilar, presidenta de Gescartera.

Tras la declaración de Alandi, todo indica que Enrique Giménez-Reyna y Camacho eran algo más que meros conocidos.

Imputada

Por la tarde declaró nuevamente Ángeles Leis, responsable del departamento de administración y contabilidad de Gescartera. La juez Palacios, a instancias del teniente fiscal anticorrupción Luis López Sanz, decidió cambiar la condición de testigo a la de imputado y citarla para otro día, pero acompañada de abogado.

La juez considera que Leis puede ser cooperadora necesaria en un delito de apropiación indebida o estafa, ya que ayer reconoció que, de acuerdo con instrucciones recibidas, rellenó cheques por los que se retiraron de las cuentas de Gescartera en La Caixa de Majadahonda (Madrid) unos 2.500 millones de pesetas (algo más de 15 millones de euros).

Leis estuvo declarando durante una hora y precisó que rellanaba los cheques siguiendo órdenes de los tres apoderados, Antonio Camacho, José María Ruiz de la Serna o Javier Sierra de la Flor, y que gran parte de ese dinero se cobró en metálico y fue ingresado en la caja fuerte de Gescartera, que era custodiada por ella misma. Leis dijo que creía que el dinero era para reintegrar inversiones de los clientes, pero aseguró que desconocía su destino final.

No obstante, en su declaración del 30 de julio de 2001, Leis indicó que la forma de operar de los últimos tres o cuatro años no le parecía normal, y que sospechó que ese dinero tenía como finalidad el enriquecimiento personal de Camacho.

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