La secretaria de Camacho declara que Enrique Giménez-Reyna le visitó siete veces
El ex secretario de Estado de Hacienda había declarado en la comisión parlamentaria que sólo coincidió con el principal accionista de Gescartera "en dos comidas".- La juez Teresa Palacios cita como imputada a la contable de la entidad
Begoña Alandi, la secretaria del principal accionista de Gescartera, Antonio Camacho, ha declarado hoy en la Audiencia Nacional que el ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna visitó en seis o siete ocasiones a su jefe en la sede de la agencia de valores, según fuentes jurídicas.
Alandi ha comparecido como testigo ante el Juzgado Central de Instrucción número 3 en el caso Gescartera y su declaración contradice a Enrique Giménez-Reyna, quien dijo en su día que sólo había coincidido con Camacho "en dos comidas y no sé si en alguna ocasión más" y que nunca tuvo "una relación fluida" con él.
Ante la comisión parlamentaria de investigación de Gescartera, Enrique Giménez-Reyna comentó que compartió mesa con Camacho y representantes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en dos almuerzos celebrados en el otoño de 2000 y a comienzos del año pasado, pero que "nunca" trató asuntos relacionados con la agencia que ha dejado un agujero de 18.000 millones de pesetas.
La secretaria de Antonio Camacho, quien prestó sus servicios durante siete años y medio, entre 1993 y 2000, no pudo precisar las fechas de las visitas de Giménez-Reyna a la agencia de valores por carecer de los dietarios en los que anotaba los compromisos de su superior. Begoña Alandi precisó que el ex secretario de Estado de Hacienda llamaba con mucha frecuencia a Camacho e indicó que comían con bastante asiduidad.
También ha comentado que arreglaban el encuentro con antelación y añadió que las citas que el dueño de Gescartera tenía con Giménez-Reyna no se suspendían, al contrario de lo que sucedía a menudo con otros compromisos de Camacho.
Alandi ha añadido que conoció a las secretarias de Giménez-Reyna en la época en que éste ocupó el puesto de Director General de Tributos, entre 1997 y 2000. También reseñó los frecuentes contactos de Camacho con el ex vicepresidente de la CNMV Luis Ramallo y la familiaridad que mostraba con otros directivos del organismo supervisor, además de referirse a los regalos que enviaba a miembros de esta institución.
Asimismo ha mencionado la estrecha relación que mantenía el principal accionista de Gescartera con directivos del Hong Kong and Shangai Banking Corporation (HSBC) y ha declarado que Camacho viajaba con frecuencia a Londres, Ginebra, Nueva York o Miami, además de añadir que desconocía la clave de la caja fuerte de la agencia.
Antonio Camacho y Pilar Giménez-Reyna, la hermana del ex secretario de Estado de Hacienda son las dos únicas personas que están en prisión por el 'caso Gescartera'.
En relación con este asunto estaba previsto que declarara el chófer de Camacho, José Sanz, cuya comparecencia se ha suspendido para dar traslado a las partes de las indagaciones que la policía efectuó respecto a esta persona y que estaban contenidas en una pieza secreta.
La contable será citada como imputada
La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios ha suspendido la declaración como testigo de la contable de Gescartera Ángeles Leis para citarla de nuevo pero como imputada, después de que ésta confesara que rellenó talones contra las cuentas de la agencia de valores por un importe de 2.500 millones de pesetas.
Fuentes jurídicas explicaron que las declaraciones de Leis pueden convertirla en "cooperadora necesaria" de la presunta estafa cometida en Gescartera. La imputación de una persona supone que tiene derecho a acudir a la declaración asistida por un letrado y que no está obligada a contestar con veracidad a ninguna pregunta que pueda incriminarle en un delito.
Leis reconoció que emitió cheques por un total de 2.500 millones de pesetas y que fueron firmados por el propietario de la agencia, Antonio Camacho, o los apoderados, Javier Sierra de la Flor y José María Ruiz de la Serna.
La mayor parte de estos talones, según su relato, los cobró en la sucursal de La Caixa de Majadahonda (Madrid) el chófer de Camacho o algún empleado de la agencia, quienes entregaban a Leis el dinero en efectivo para que lo custodiara en la caja fuerte.
Estas cuantías se utilizaron, entre otros destinos, para reintegrar sus inversiones a los clientes cuando la agencia no contaba con saldo suficiente. También reconoció que en algunas ocasiones la agencia careció de fondos para hacer frente a los reembolsos solicitados por los clientes y se vieron obligados a captar nuevos inversores.
