El éxito de 2001 hace peligrar las ayudas al cine francés
Los productores dispondrán en 2002 de seis millones de euros menos que el año pasado para realizar películas.
El cine francés del año 2002 corre el peligro de pagar un precio muy alto por sus éxitos del año pasado, los que le han permitido recuperar para la producción nacional el 40% del propio mercado. En efecto, los productores galos disponen de diversas fuentes de financiación y una de ellas es la que propone el Centro Nacional de Cinematografía (CNC), que recibe 0,56 euros por cada entrada vendida, cantidad que luego sirve para ayudar a poner en pie cortos y largometrajes, permitir el funcionamiento de la Filmoteca, del Festival de Cannes o la mejora del parque de salas.
Los productores pueden recuperar 0,78 euros por cada entrada vendida por cada uno de sus filmes, es decir, 22 céntimos más de lo que en realidad se recauda a través de la tasa, pero para ello tienen que producir una nueva película en el plazo de cinco años. El CNC no tenía hasta ahora dificultades para disponer de esos 22 céntimos suplementarios gracias a la preponderancia del cine americano, un cine que no podía reclamar el recuperar la tasa para la reinversión.
Además, el CNC se nutre también en gran medida de una tasa sobre cada anuncio publicitario emitido por los distintos canales de televisión. La crisis del sector afecta, pues, también a los ingresos del CNC, que ya ha declarado que, durante 2002, dispondrá de 2,1% menos de dinero.
Para el productor de Amélie, por ejemplo, los 0,78 euros por entrada -más de ocho millones vendidas- se reducirán a 0,67, que luego habrá que multiplicar por el número de localidades, de manera que en vez de disponer de 6,30 millones de euros, dicho productor contará con un millón menos aproximadamente.
La paradoja está, pues, ahí, en descubrir que la llamada ayuda automática -la selectiva se centra sobre todo en el anticipo sobre recaudación- puede ser más cuantiosa si el denostado enemigo, el cine de Hollywood, consigue grandes éxitos, aumenta la audiencia global y enriquece la caja del CNC.
Seis millones menos
En 2002, el CNC repartirá entre los productores cinematográficos la mitad de lo recaudado, es decir, facilitará 228 millones de euros para fabricar nuevas ficciones o documentales, casi seis millones de euros menos que en 2001.
Si los éxitos de 2001 no debieran repetirse quizás nadie se inquietaría demasiado, pero las nuevas andanzas de Astérix en el país de Cleopatra y las 8 femmes, de François Ozon, han iniciado una carrera comercial que llevará a ambos títulos a superar como mínimo la frontera de los siete millones de espectadores y asegurar ya de entrada y para el primer semestre un porcentaje de mercado muy importante para el cine francés. Peligros del éxito.
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