14 detenidos por el asalto al rectorado de la Universidad de Sevilla

La policía detuvo entre la noche del martes y ayer a 13 estudiantes y un abogado del sindicato CGT por el asalto el pasado viernes al rectorado de la Universidad de Sevilla. La protesta, llevada a cabo por 40 personas, interrumpió la Junta de Gobierno universitaria (que debatía la aplicación de la Ley Orgánica de Universidades) y supuso la destrucción de tres puertas del siglo XVIII. El asalto se originó supuestamente como protesta por el levantamiento policial del campamento contra la LOU que un grupo de estudiantes mantuvo 49 días frente al Ayuntamiento de Sevilla.

Las detenciones se produjeron tras la denuncia que presentó el rector de la Hispalense, Miguel Florencio. La policía considera que los detenidos han podido incurrir en los supuestos delitos de daños (por el destrozo de mobiliario y las pintadas) y desorden público, así como una falta de lesiones (por las contusiones sufridas por tres guardias seguridad de los vigilantes jurados).

La policía dispone de un vídeo del asalto al rectorado. Estas imágenes y los testimonios de los guardias han servido para confeccionar una lista de sospechosos y proceder a las identificaciones. Las primeras cuatro detenciones se produjeron sobre las 22.00 horas del martes, cuando los universitarios salían de una reunión en la sede del sindicato CGT. Juan Carrique, abogado de este sindicato, también fue arrestado cuando se acercó para interesarse por los estudiantes. Estas cinco personas fueron trasladadas a comisaría, donde pasaron la noche.

Esta actuación policial generó un gran revuelo entre los compañeros de los detenidos, que convocaron una protesta ante los juzgados de Sevilla, donde a media mañana se esperaba la llegada de los sospechosos para prestar declaración ante la juez encargada del caso.

Ronda de identificación

La policía aprovechó la concentración, en la que participaron unas 50 personas, entre estudiantes, profesores y miembros del sindicato CGT, para hacer una ronda de identificación.

A los estudiantes se les solicitó el carné de identidad para comprobar si figuraban entre las personas que participaron en el asalto. Tras esta intervención, dos estudiantes más fueron detenidos y trasladados también a comisaría.

Estas nuevas detenciones tuvieron como efecto que otros siete estudiantes de los que sospechaba la policía se presentasen de forma voluntaria en comisaría para declarar sobre su participación en los actos vandálicos del viernes. Estos siete estudiantes también fueron detenidos a la espera de ser puestos a disposición judicial.

La ronda de identificación de la policía y las formas empleadas para detener a los estudiantes fueron tildadas de 'caza de brujas' por los estudiantes y por miembros de CGT.

Uno de los abogados que asistió inicialmente a los detenidos, Rafael Ibáñez, lamentó la formas empleadas por la policía y criticó la falta de información a los familiares. 'Habría sido mucho más fácil que nos hubieran facilitado la lista con los nombres de los estudiantes identificados por su participación en los hechos denunciados y que éstos se hubieran presentado de forma voluntaria', dijo el abogado. Ibáñez afirmó que, una vez que los 14 detenidos sean puestos a disposición judicial, es probable que los cargos que se presenten 'contra ellos sean por destrozos y desórdenes públicos'.

Manuel Fernández del Pozo, otro letrado que atendió a los detenidos, presentó un habeas corpus (derecho de todo detenido a comparecer inmediatamente ante un juez) en la sala de guardia de Sevilla que fue denegado por el juez por no estar concluido el atestado policial. Izquierda Unida aseguró que el delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, había ordenado 'una caza de estudiantes por la ciudad'.