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La Hispalense suspende a cinco alumnos de sus derechos por el asalto al rectorado

El rector cree 'lamentable' que el PP le culpe de 'alentar' la violencia

Las primeras medidas disciplinarias contra el grupo de estudiantes que el pasado viernes asaltó el rectorado de la Hispalense mientras se celebraba una Junta de Gobierno ya han sido adoptadas. El rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Florencio, confirmó ayer la apertura de expedientes académicos a cinco alumnos que participaron en el asalto, a los que además se les ha suspendido de forma cautelar de todos sus derechos como estudiantes. Florencio explicó que esta medida será extensible conforme se identifiquen a los demás asaltantes.

El rector de la Hispalense no quiso revelar la identidad de los estudiantes expedientados por su participación en el asalto al rectorado hasta que éstos no recibieran en sus respectivos domicilios la notificación oficial de la apertura de este expediente académico. Esta sanción también se aplicará al resto de estudiantes que participaron en los actos violentos del pasado viernes, aunque, según apuntó Florencio, 'habrá que esperar a conocer sus identidades, ya que existen indicios de que algunos de los participantes en estos hechos son personas ajenas a la Universidad de Sevilla'.

Los cinco alumnos expedientados cursan estudios en las facultades de Biología, Ciencias de la Información y otros son alumnos matriculados en tercer ciclo. La decisión se adoptó en la Junta de Gobierno que el pasado lunes se celebró con total normalidad en el Pabellón de Méjico.

'El viernes se atentó contra la institución y contra el ámbito democrácito de decisión de la Universidad, pero ayer [por el lunes] se recuperó la normalidad democrática en el funcionamiento de la institución', dijo Florencio, quien añadió que las decisiones adoptadas en la Junta de Gobierno se hicieron 'con la cabeza muy fria y desde la libertad de opinión'.

En cuanto a la investigación abierta en torno al asalto, el rector explicó que la institución que él preside tratará de que se llegue hasta las últimas consecuencias. 'No sólo nos vamos a limitar a haber presentado una denuncia sobre los hechos, sino que la Universidad de Sevilla se personará como acusación particular cuando proceda', indicó Florencio.

El rector de la Hispalense también se refirió a los desperfectos que los asaltantes causaron en el mobiliario del rectorado, entre los que se encuentran los graves daños que sufrieron varias puertas del siglo XVIII.

'Hemos trasladado a la Delegación de Cultura la denuncia sobre los daños al patrimonio de la Universidad producidos en el asalto y una vez que la Consejería los evalúe y emita un expediente, éste se presentará en el Juzgado sumándose al resto de documentación ya registrada'. Florencio añadió que sólo entonces se podrá saber a quién le corresponde asumir los costes de las reparaciones, si a la Universidad o a la administración.

El rector también tuvo palabras de agradecimiento para el personal de seguridad que trató de impedir que los estudiantes tomaran el rectorado, actuación que provocó que tres guardias tuvieran que ser asistidos de las heridas que presentaban.

Acusaciones

Más enérgico se mostró el rector de la Universidad de Sevilla a la hora de responder las declaraciones realizadas por el secretario general del PP en Andalucía, Antonio Sanz, quien el pasado lunes responsabilizó al presidente de la Junta, Manuel Chaves, y al propio Florencio de haber 'alentado' con su actitud la actuación violenta de los estudiantes. 'Esas declaraciones sólo me merecen el calificativo de desfaortunadas y lamentables', dijo Florencio, quien confía en que Sanz 'rectifique y haga una reflexión sobre sus propias declaraciones'.

Según Florencio, de las palabras de Sanz se desprende 'que sería mejor que el rector no pensase, porque así no ocurrirían esas cosas' y que lo idóneo para el dirigente popular sería 'una Universidad que no piensa, que está cerrada'.

Sobre la acusación de haber alentado la violencia de los estudiantes, el rector fue tajante: 'Si alguien trata de insinuar que la violencia puede tener su justificación por el ejercicio de la libertad de expresión y de pensamiento lo que hace es justificar la violencia y hacerle un flaco favor a la Universidad, que nunca va a estar armada porque es la casa del pensamiento'.

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