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Reportaje:

La banca se despide de las vacas gordas

El SCH y el BBVA se preparan para un ejercicio complicado marcado por la crisis y con crecimientos ajustados en el negocio

Íñigo de Barrón

'Se abre una etapa nueva. Los banqueros tendrán que demostrar que son capaces de ganar dinero con un PIB al ralentí y márgenes a la baja. Ahora se verá quién es el bueno de verdad'. Así resume un veterano ejecutivo de un gran banco los nuevos tiempos que se avecinan, donde SCH y BBVA se enfrentan a un ejercicio con menor crecimiento del negocio, el problema de Argentina, más competencia y la amenaza de la subida de la morosidad.

González y Botín han preferido la cautela en las previsiones de beneficios para 2002 y anuncian aumentos del 10%
Los analistas piensan que el SCH está mejor posicionado en América Latina, y gana tres veces más que el BBVA
El BBVA toma la delantera en el recorte de gastos; aumentar la eficiencia se ha convertido en una obsesión para el SCH

Seguro que tanto el BBVA como Santander Central Hispano pasarán años difíciles en el futuro, pero 2001 no será recordado por sus presidentes con agrado. La palabra crisis ha sido la que más se ha repetido: crisis económica en Europa y Estados Unidos; crisis con suspensión de pagos incluida en Argentina, y, por último, crisis insititucional por la marcha adelantada de los copresidentes José María Amusátegui y Emilio Ybarra en el SCH y BBVA, respectivamente. No se pueden pedir más emociones para un ejercicio.

Una de las consecuencias de todos estos movimientos ha sido que las previsiones de beneficios, algo sagrado cuando se cotiza en Bolsa, se han modificado en tres ocasiones. Eso le duele a cualquier estadista, y, si es banquero, más.

Con este panorama, tanto Emilio Botín, presidente del SCH, como Francisco González, del BBVA se han curado en salud y han anunciado un crecimiento cercano al 10% para 2002. Botín señaló que ese incremento, que en el caso del SCH es del 8,59%, 'es más importante que cuando otros años subíamos el 20%, por las dificultades actuales del mercado'. El BBVA ha ido más lejos y se ha comprometido con un 10% de aumento del beneficio por acción. Botín, el banquero más experto de España, se medirá con González, que, como él reconoce, sólo lleva seis años en este trabajo.

Algunos expertos creen que las previsiones de resultados son austeras, y las achacan a que en los dos bancos se estrenan los presidentes y les gustará que los resultados de 2002 superen el objetivo marcado. También creen que es una manera de evitar nuevos sonrojos con revisiones de los compromisos con el mercado.

José Luis de Mora, analista de banca de Merrill Lynch, cree que los dos gigantes bancarios españoles 'son buenas entidades comparadas con sus colegas internacionales' (véase cuadro). 'Si tuviera que escoger a uno, ése sería el BBVA. Sin embargo, desde el punto de vista de la inversión bursátil, prefiero al SCH, porque tiene más capacidad de mejorar sus ratios y el mercado se lo reconocerá'.

Lo que más ha llamado la atención de los expertos es que los resultados consolidados de BBVA y SCH destacan por los fuertes crecimientos de los márgenes, por encima del 20% en todos los casos. La entidad presidida por Francisco González ha recibido un empujón, porque este ejercicio registra todo el peso de Bancomer, una de las mayores entidades de México, mientras que en 2000 sólo aportó recursos desde la mitad del ejercicio. Esta circunstancia supone apuntarse los ingresos, aunque también los gastos; éstos crecen un 13,3%, cifra dos puntos menor que en su competidor.

Éste es uno de los caballos de batalla de Botín, que siempre ha tenido la espina clavada de que el SCH gasta demasiado. Su obsesión es que el ratio de eficiencia -que mide lo que gasta la entidad por cada cien euros que ingresa- se sitúe en el 40%. En 2001 fue del 54%, y para 2002 quiere rebajarlo hasta el 52%. En el Programa Dos, presentado en julio de 2001 y anulado cinco meses después, el objetivo era una eficiencia del 45% en 2003.

De la cuenta de resultados destaca el margen de explotación, que refleja la marcha del negocio bancario típico. Si a esta partida se le descuenta el efecto de las operaciones financieras, el margen del BBVA crece un 42%, frente al 32% del SCH. También los ingresos por comisiones han crecido más para el BBVA que para su competidor.

Una de las fortalezas de SCH es su cartera industrial. La entidad ha obtenido fuertes plusvalías con la venta de parte de los paquetes accionariales que tiene en los bancos europeos y en las empresas en las que participa, principalmente Vodafone. Así ha obtenido plusvalías por 2.789 millones de euros (464.051 millones de pesetas). Aún guarda en su zurrón unas plusvalías latentes de 6.000 millones de euros (un billón de pesetas).

El caso del BBVA es diferente. Realizó menos ventas y obtuvo 1.207 millones de euros (200.828 millones de pesetas) de plusvalías. En su cartera conserva 2.500 millones de euros (416.000 millones de pesetas) de plusvalías latentes. La principal diferencia entre las inversiones de un banco y las de otro es que el SCH mantiene 3.000 millones de euros de plusvalías en participaciones bancarias: Société Générale, San Paolo IMI, Commerzbank y Royal Bank of Scotland. Esta cifra es mucho más reducida en el BBVA, que participa en Crédit Lyonnais y la BNL.

Pero, sin duda, este ejercicio será recordado por los fuertes saneamientos provocados por la crisis argentina. Las dos entidades han intentado blindarse ante los mercados para no recibir más castigos en sus cotizaciones por los vaivenes de esta crisis. Las caídas de la semana pasada demuestran que no lo han conseguido.

Las grandes plusvalías obtenidas por el SCH se dedicadan en su totalidad a los saneamientos, que casi llegaron al billón de pesetas. De ellas, 1.287 millones de euros (214.000 millones de pesetas) se cargaron contra resultados para a cubrir la totalidad del valor en libros de la inversión en Argentina.

En el caso del BBVA, las provisiones fueron menores, ya que alcanzaron los 3.583 millones de euros (600.000 millones de pesetas). Del montante total, 1.354 millones de euros (225.287 millones de pesetas) se deben a la situación del país andino. El banco vasco ha realizado mayores provisiones para la crisis argentina por dos razones: por un lado, ha cubierto el valor contable de la gestora de fondos de pensiones y ha amortizado todos los fondos de comercio, algo que no ha hecho el SCH. Pero también, como recuerda José Luis de Mora, porque ha tenido que provisionar 170 millones de euros de deuda subordinada que tenía el Banco Francés, algo que se desconocía hasta ahora. También ha utilizado el crédito fiscal en mayor medida que el SCH.

Javier Bernat, analista bancario de Caja Madrid Bolsa, cree que 'la actitud del BBVA ha sido más conservadora, pero eso no quiere decir que esté más a salvo de la crisis que su competidor de Argentina'.

Mientras no se contagie la crisis argentina a otros países vecinos, Latinoamérica seguirá siendo una fuente de beneficios para los dos grandes, sobre todo para la entidad presidida por Botín. El SCH recibe la mayor parte de los resultados de Brasil, donde controla Banespa, y de México, en donde está Serfin. Este año la división de América Latina ganó 1.510 millones de dólares, y para 2002 Botín puso el objetivo de crecer un 10%.

El BBVA está más débil en este campo. El año pasado Latinoamérica proporcionó un beneficio de 446 millones de euros -gracias a Bancomer- y el objetivo para 2002 es alcanzar los 650 millones.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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