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El fabricante alega que las piruletas están hechas con 'cannabis legal'

La golosina está a la venta en Internet

Oriol Güell

La Dirección General de Salud Pública intervino el pasado diciembre 77 piruletas en una tienda de El Escorial y otras 300 en un almacén de Madrid, después de que el Instituto Nacional de Toxicología alertara de que cada golosina contenía 100 microgramos de la sustancia psicoactiva más potente de las que componen la marihuana, el tetrahidrocannabinol, según informó ayer la Consejería de Sanidad.

Esta sustancia, Delta 9 o tetrahidrocannabinol (THC), es 'uno de los principales psicoactivos de la marihuana y su comercialización está prohibida por el Convenio de Viena, que es un acuerdo internacional firmado por todos los países y auspiciado por la ONU', explicó José Cabrera, portavoz del Instituto Nacional de Toxicología. Por ello, el Gobierno regional ha decidido ahora prohibir la venta 'de cualquier golosina entre cuyos ingredientes se encuentren sustancias extraídas de la marihuana', según Sanidad.

Las piruletas intervenidas se vendían al precio de unas 150 pesetas por unidad en una tienda de artesanía y objetos de regalo situada en la avenida de la Arboleda, 21, de El Escorial, según Sanidad. Pero otros 30 comercios de la región venden el mismo producto sin que anoche hubieran recibido notificación alguna de esta prohibición, según comprobó este periódico

La Consejería de Sanidad justifica la intervención del lote de piruletas y la prohibición de su venta porque 'son alimentos que contienen sustancias prohibidas y que, al presentarse en forma de caramelos, pueden ser consumidos accidentalmente por los niños'. Sanidad ha puesto en conocimiento de la Dirección General de Policía estos hechos por si se hubiera cometido un presunto delito contra la salud pública, ya que el THC está incluido en la lista de estupefacientes de comercialización prohibida según la legislación internacional.

La marihuana es una droga que se consume mezclada con el tabaco. En los últimos años, sin embargo, se ha extendido entre algunos colectivos su uso como ingrediente de productos alimenticios como galletas, caramelos, pasteles e, incluso, cervezas.

La legalidad de estos productos elaborados con marihuana es dudosa, según admiten fuentes policiales, que destacan, sin embargo, la dificultad de actuar contra ellos. Los defensores de los alimentos con marihuana alegan que son productos naturales, hechos con hojas de una planta, el cáñamo, con un escaso contenido en sustancias psicoactivas.

Fuentes policiales subrayan que 'quienes defienden la legalización de la marihuana tratan de disfrazar en caramelos, galletas o pasteles una droga ilegal [en su tenencia y venta, no en su consumo]'. 'Utilizan unos productos en apariencia inocuos. Ello favorece el aumento del consumo de una sustancia cuya comercialización tienen la obligación de impedir las fuerzas y cuerpos de seguridad', agregan.

En el etiquetado de las piruletas incautadas por la Consejería de Sanidad están escritas las palabras 'Cannabis legal', algo que Alfredo Dupetit, propietario de la empresa alemana que las fabrica, justifica. 'Las piruletas están hechas con cáñamo industrial, una planta de cultivo absolutamente legal', señala. En España se cultivan anualmente unas 5.000 hectáreas de cáñamo industrial, cuyas fibras son utilizadas en el sector textil o para hacer cuerdas.

La planta de cáñamo industrial es de la misma especie que la marihuana, pero, según Dupetit, 'casi no contiene los psicoactivos que han llevado a las autoridades a prohibir la marihuana, por lo que el contenido de THC en las piruletas es ridículo. Una persona de 80 kilogramos de peso tendría que comer más de 600 piruletas para notar algún efecto', asegura el fabricante. Por eso, Alfredo Dupetit califica de 'ilegal' la medida tomada por la Consejería de Sanidad y no descarta acudir a los tribunales.

Dupetit -que dice haber comercializado en toda España unas 50.000 piruletas de este tipo, varios miles de ellas en Madrid- remarca que 'en España no está regulado el contenido máximo de tetrahidrocannabinol que puede contener un alimento'. 'El Instituto Alemán de Toxicología', asevera el fabricante, 'nos comunicó que el consumo máximo de THC por persona y día no debe superar los 2,5 miligramos. Nuestras piruletas están cientos de veces por debajo de esa cantidad'.

Esta afirmación, sin embargo, es rechazada por José Cabrera, portavoz del Instituto Nacional de Toxicología: 'No se trata de más o menos cantidad de THC. Es una sustancia prohibida y ningún producto puede contener cantidad alguna de ella. Además, cada persona reacciona de un modo distinto a estas sustancias y nadie puede asegurar que un niño no sufra los efectos de la droga tras tomar lo que, para él, es sólo un caramelo', subraya. El actual portavoz del Instituto Nacional de Toxicología fue hasta el año pasado gerente de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid.

Las investigaciones sobre las piruletas con tetrahidrocannabinol empezaron hace aproximadamente tres meses, cuando la Guardia Civil descubrió su venta en algunos comercios de la región, por lo que puso el tema en conocimiento de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid.

La Guardia Civil detectó también la venta de las citadas piruletas en Ávila, Guadalajara y Salamanca. Los caramelos estaban asimismo a la venta, junto a otros alimentos como bizcochos también con cannabis, en Internet.

El Instituto de Toxicología ha alertado del peligro que entraña el consumo de estos productos, especialmente cuando su comercialización por Internet impide controlar que los menores de edad no acaben por comprarlos a través de la Red.

Sin embargo, en la región hay, al menos, una treintena de tiendas que venden, a unas 150 pesetas la unidad, las piruletas que ahora ha prohibido Sanidad. 'Llevan un año y medio vendiéndose sin problemas. No conozco a nadie que se haya colocado con ellas. Son sólo caramelos con sabor a marihuana', explicó ayer Rafael, propietario de tres tiendas de productos relacionados con el cáñamo y con el cultivo de marihuana.

Estas tiendas, denominadas grow shops, comercializan productos textiles (bolsos, alfombras...) hechos con las fibras del cáñamo, así como el instrumental necesario para el cultivo doméstico de la marihuana (semillas, tierra especial y jardineras). La venta de estos productos no es ilegal, ya que ninguno contiene sustancias psicoactivas como el THC.

Sanidad no ha especificado cómo ejecutará la prohibición de venta de las piruletas, ni si éstas serán retiradas de forma inmediata de las tiendas grow shops.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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