Bruselas asesta un duro golpe a Alemania al advertir formalmente sobre su elevado déficit

Alemania, que en 1997 impuso las férreas condiciones del Pacto de Estabilidad, es desde ayer su primera víctima. La Comisión Europea desoyó las presiones de Berlín y, por vez primera en su historia, lanzó ayer contra Alemania la denominada 'alerta rápida', o primer aviso, por su elevado déficit, un mecanismo activado también contra Portugal por idéntico motivo. 'Ha sido uno de los momentos más intensos de mi carrera en Bruselas', reconoció ayer en público el comisario de Asuntos Económicos, el español Pedro Solbes, consciente de que Berlín no acepta la reprimenda y de que intentará desactivarla.

Los datos cantan, 'son inequívocos', como ayer recordó de nuevo Solbes: Alemania registró el año pasado un déficit del 2,6%, más de un punto por encima de sus previsiones, y este año llegará al menos al 2,7%, muy cerca del límite del 3%. Ante semejantes 'deslizamientos', como los calificó el comisario, el pacto prevé esa 'alerta rápida'. Bruselas entiende, pese a todo, que tal desequilibrio se debe fundamentalmente al frenazo económico mundial. Por eso, no recomienda variaciones o rectificaciones en la actual política económica alemana.

En clara referencia a las presiones recibidas estos días pasados desde el país más potente de la UE, Solbes comentó: 'He tenido contactos normales con Eichel y he mantenido nuestra opinión, aunque ellos consideran que la alerta no era necesaria. (...) Pero está en juego la credibilidad del pacto; han incumplido sus compromisos y, si no actuamos ahora, tampoco podremos hacerlo en el futuro'.

La reprimenda tendrá unos efectos inmediatos en el periodo preelectoral que vive Alemania (las elecciones serán en septiembre), como también ocurrirá en Portugal (elecciones en marzo). 'Si la Comisión no pudiera actuar en momentos electorales, sería una catástrofe', respondió Solbes a quienes han insinuado que Bruselas interferiría en los procesos electorales alemán y portugués si daba el paso aprobado ayer.

Pero los efectos en el seno de la UE pueden ir mucho más lejos, porque Eichel se plantea la posibilidad de que el próximo Consejo de Ministros de Finanzas (Ecofin) del 12 de febrero rechace la propuesta de la Comisión. Necesitará 26 votos, sobre un total de 87, para bloquearla. De ser así, la crisis entre Comisión y Consejo estaría servida y, según algunas fuentes oficiales en Bruselas, incluso podría poner en riesgo la continuidad de Solbes como comisario. 'No adelantemos acontecimientos', comentó ayer Solbes.