Invertir 'sólo' en fondos éticos

Propósito de la enmienda. Esta premisa, imprescindible para lograr el perdón de las ofensas en el catolicismo, ha sido asumida a pies juntillas por el Arzobispado de Valladolid a la hora de decidir quién controlará sus inversiones en los multimillonarios fondos de la diócesis y en qué se colocará ese dinero. El arzobispado ultimaba esta semana una carta que va a enviar a los ocho principales bancos y cajas que operan en Valladolid para pedirles información sobre los 'fondos éticos'.

La decisión, pues, es doble: por un lado esquinan la posibilidad de volver a dejar su dinero en nadie que no sea una de las grandes entidades financieras. Y, por otro, pueden convertirse en los principales promotores de un sistema de fondos de inversión que inventaron las ONG en Estados Unidos hace dos décadas y que llegó a España hace unos tres años.

Los fondos de inversión éticos, que los bancos españoles han empezado muy tímidamente a comercializar, se comprometen a no invertir el dinero de sus ahorradores en ninguna empresa relacionada con las armas o la pornografía, en ninguna sociedad relacionada con el el tabaco o el alcohol, en ninguna que se dedique a actividades muy contaminantes, ni en compañías que emplean mano de obra infantil en los países subdesarrollados. Todo esto, en la práctica del mundo de las inversiones, es extremadamente complejo.

Dentro de los fondos éticos, además, hay una tipología especial denominada fondos solidarios, que dedican parte de sus beneficios a combatir la miseria y la enfermedad en el mundo.

La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores ) tiene registrados 17 fondos éticos en España. Hasta el pasado verano, esos fondos habían captado en España 18.000 millones de pesetas de los 30 billones de pesetas que, aproximadamente, aglutinan los fondos de inversión.

Si, como dice haber decidido, el Arzobispado de Valladolid opta por colocar su dinero en estos fondos de inversión éticos, el volumen que gestionan se disparará, pues esa dióceis maneja entre 4.000 y 5.000 millones de pesetas de sus fundaciones pías. Los 1.100 millones de pesetas que el arzobispado llegó a depositar hasta 1999 en Gescartera procedían, precisamente, de esa ingente cantidad de dinero que gestiona por sus fundaciones pías.