Gas Natural se queda con el 40% de los clientes en España de la empresa quebrada Enron

La compañía Gas Natural se ha quedado con un 40% de los clientes de la eléctrica estadounidense Enron en España, según confirmaron fuentes del sector energético, como parte de su estrategia de desembarcar en el sector eléctrico.

La multinacional tejana Enron ha protagonizado la quiebra más importante de los Estados Unidos y uno de los mayores escándalos financieros del país, provocando la ruina de miles de accionistas y pensionistas. Enron ha sido suspendida como agente energético autorizado para operar en el mercado español, según acordó la Compañía Operadora del Mercado Español de Electricidad en una nota enviada a finales de diciembre a los operadores eléctricos. El objetivo de Gas natural es tener una cuota del 10% en el mercado eléctrico español en 2005.

Este hecho y sus graves problemas financieros internacionales habían imposibilitado que Enron pudiese dar servicio a los casi 300 clientes que el grupo estadounidense tenía en España, y que suponían una potencia de 486 gigavatios por hora y año. A partir de la suspensión, Gas Natural, compañía que preside Antoni Brufau, estudió la cartera de clientes de Enron y se puso en contacto con ellos para captarlos como clientes, garantizando las condiciones pactadas con Enron.

Enron tenía autorización para operar en España como agente eléctrico y había impulsado diversos proyectos de inversión, el más importante de ellos en Cataluña, donde quería invertir 601 millones de euros (100.000 millones de pesetas) en una planta de ciclo combinado en Tarragona.

Pero el Gobierno catalán se vió obligado a vetar este proyecto por la oposición de los ecologistas, la suspensión como agente eléctrico de Enron y su crisis internacional ha obligado a la compañía a poner a la venta los terrenos y la licencia administrativa para invertir 481 millones de euros (80.000 millones de pesetas) en la puesta en marcha de una planta de 1.200 megavatios en Arcos de la Frontera (Cádiz). Más difícil salida tienen los terrenos que Enron compró en Mora La Nova (Tarragona) por 300 millones de pesetas y que carecen del valor en el sector energético, al no contar con la licencia del Gobierno catalán.