Árboles mutilados en la Fonteta
Valencia, capital europea del ruido 2002, sucesivos y anteriores. El ciudadano está desnudo frente a la agresión esquirola de la nueva clase trabajadora vendida al contratista de Obras Públicas del molt populista de turno.
Los árboles de la Carrera de Fonteta de Sant Lluís del 135-137 reciben en sus cuerpos añejos las talas bestiales de las palas alquiladas del contratista y caen como hojas en tornado.
La policía pasa de largo, es el nuevo estilo, ojalá (Dios lo quiera, para los creyentes), el árbol se defienda y deje su vida encima de la persona que lo mutila. No es incitación al terrorismo pedir que los árboles acosados se defiendan.
¿Denunciar? ¿Reclamar? La persona que nos tiene que defender de estas agresiones es exactamente con nombre y apellidos la persona que está haciendo esta locura de prepotencia y altanería propia del Cela más impulsivo y verbórreo.
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