La inmigración en Barcelona crece un 47% por la llegada de latinoamericanos

La inmigración en Barcelona batió un nuevo récord en 2001. Entre enero y diciembre, 36.397 extranjeros se empadronaron en la ciudad, lo cual ha incrementado la cifra oficial de inmigrantes en un 47%. Y si los últimos años eran los paquistaníes y los marroquíes quienes llegaban en mayor proporción, éstos han sido superados ahora por los latinoamericanos. Este colectivo ya representa más de la mitad de los extranjeros empadronados.Pero no todos los inmigrantes lo están: se estima que en Barcelona hay unos 15.000 sin papeles.

La publicación de los datos del nuevo padrón del Ayuntamiento de Barcelona coincidió ayer con el primer aniversario de la reformada Ley de Extranjería. Con los primeros datos oficiales en la mano, nada hace pensar que la nueva ley haya logrado frenar la entrada de inmigrantes, sino todo lo contrario.

En total hay 113.809 inmigrantes censados. Y cada vez vienen de más lejos. Por países, los marroquíes ya no son el colectivo más numeroso de la ciudad, sino que han sido superados ampliamente por los ecuatorianos, que este año se han empadronado de forma masiva. En total ya son 18.000, el 92% más que hace un año. Les siguen los marroquíes, con cerca de 10.000 personas; los colombianos, con 9.600, y los peruanos, con 8.600. La crisis argentina ha incrementado en un 71% la presencia de inmigrantes procedentes de este país.

Los datos se conocieron cuando se producía un alud de críticas sobre el primer año de vigencia de la nueva Ley de Extranjería. Para el próximo sábado, a las 18.00 horas está convocada una manifestación en la plaza de la Universitat en protesta por el nuevo marco legal, de manera que organizaciones sociales y partidos políticos aprovecharon ayer para calentar motores. Dirigentes de una veintena de ONG y sindicatos se concentraron a mediodía en la plaza de Antoni López para denunciar que la situación de los inmigrantes ha empeorado en los últimos meses, ya que la norma condena 'a la marginalidad' a quienes llegaron sin oferta de trabajo.

Durante el acto, se leyó un manifiesto en el que se asegura que, tras un año de aplicación de la ley, 'ninguno de los objetivos perseguidos por el Gobierno se ha conseguido y, en cambio, se han creado situaciones que contravienen los derechos humanos y ponen en peligro la sociedad'.

El secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, no dudó en calificar de 'repugnante' la nueva ley. ERC se sumó a las críticas y anunció que estará presente en la manifestación del sábado porque, según la diputada Carme Porta, 'la reforma sólo obedece a la voluntad de convertir la inmigración en un problema policial'.